Por Redacción - Nov 14, 2020
La edición 42 de las Jornadas Logísticas CEL, titulada “Reboot Logistics. Liderando la transformación de las Cadenas de Suministro”, ha sido el marco de presentación del II estudio CEL en torno a “La Logística del e-Commerce” elaborado por el Centro Español de Logística (CEL) en colaboración con everis, compañía multinacional de negocio, y el apoyo del Ayuntamiento de Coslada.
A lo largo del estudio, se recoge de forma cualitativa y cuantitativa el impacto de la actividad logística en el mercado online, dedicándole un apartado en esta segunda edición a los efectos tempranos del COVID-19 en las organizaciones, incluyendo el impacto en operadores y prestatarios de servicios, distribuidores y fabricantes, así como al efecto de las campañas (Black Friday, Navidad, Día del Padre, etc).
Para ello, en el informe se analiza la evolución de los principales indicadores del comercio electrónico en España y su impacto en la actividad logística; identificando los principales retos y tendencias para la mejora de la competitividad, eficiencia y sostenibilidad de las empresas del sector.
Entre los grandes retos que afronta la logística, se encuentran la entrega física y la digitalización, ambos, ya presentes antes de la pandemia, pero que han visto aumentada su importancia como consecuencia del pico de demanda experimentado en algunos sectores desde marzo de 2020.
En este sentido, el sector destaca cómo en estos meses de crisis sanitaria, la adaptación de las organizaciones en cuanto a implantación y asimilación de los profesionales a la tecnología ha experimentado una evolución equivalente a tres años.
Al respecto, tan sólo un 31% de los encuestados manifestaron contar con suficientes recursos tecnológicos para afrontar el incremento de la demanda, frente a más un 60% que adoleció de herramientas. En concreto, un 29% tuvieron que implementar o modificar herramientas para garantizar las entregas con las medidas higiénicas necesarias; un 31 % implementaron herramientas de teletrabajo y un 8% otras tecnologías para compartir información con terceros.
En cuanto a las entregas físicas, durante 2019, se mantuvo la constante de entregas en un 30%, sobre el total de transacciones, aunque a tenor de los primeros datos confirmados al comienzo del estado de alarma y el análisis cualitativo de los principales actores de la cadena de suministro, en 2020 se espera que se duplique en términos anuales, el porcentaje de las entregas físicas.
Otro de los datos que destacan en torno al comercio electrónico, como consecuencia del COVID-19, ha sido el incremento de los servicios de restauración con reparto. Por primera vez, en 2020, las entregas en restauración -conocidas como “delivery”- se “han colado” en el ranking de las diez principales ramas de actividad con mayor porcentaje de transacciones del comercio electrónico con un 2,5%.
Respecto al cuarto trimestre de 2019, se registraron más de 226 millones de transacciones, un 11,4% más respecto al periodo anterior, siendo la moda y las prendas de vestir (5,3%) y los Grandes Almacenes (5,21%) las actividades que lideran las transacciones con entrega física.
En cuanto al porcentaje de volumen de negocio, los sectores de actividad con mayores ingresos -como en periodos anteriores- fueron las agencias de viajes y operadores turísticos, con el 12,5% de la facturación total; el transporte aéreo (7,1%) y las prendas de vestir (6,6%), en tercer lugar.
Sin embargo, respecto a esta evolución del volumen de negocio del comercio electrónico, en 2020 -ya iniciada la crisis sanitaria a nivel mundial- se experimentó por primera vez en 5 años, la reducción de la cifra total del volumen de negocio con respecto al trimestre anterior. La incertidumbre y el descenso en los desplazamientos, así como el ocio, viajes y adquisiciones de billetes, repercutió en la caída de la facturación.
Las encuestas realizadas a una muestra significativa de actores del e-Commerce, en cuanto a los efectos de la pandemia, muestran la rotura del stock y los problemas de abastecimiento (19%), la rotación de productos (14%) y el incremento de pedidos por encima de la capacidad de respuesta (13%) -tres factores relacionados entre ellos- como los de mayor impacto en cuanto a las problemáticas generadas como consecuencia del virus.
Como efecto derivado de la ruptura de las cadenas de suministro globales, nos encontramos ante el reto de disponer de stock más cercano. Una tendencia que ya observábamos y que se ha vuelto más acuciante, teniendo en cuenta una tasa de disponibilidad que no supera el 6% en ninguna de las principales ciudades española.
En este sentido, las empresas de e-Commerce ubican sus puntos de abastecimiento en entornos cercanos a la ciudad, facilitando así la proximidad de la mercancía a los centros de distribución. Ya en 2019, la primera y tercera corona del mercado logístico de Madrid registraron más del 80% de la contratación de superficie, aumentando en plataformas refrigeradas y cross-docking como tendencia destacada.
La crisis del COVID-19 ha acabado repercutiendo en todos los sectores de la actividad empresarial de forma inequívoca, pero especialmente en el comercio electrónico, que ha vivido un importante repunte debido a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias. Esto no es una excepción para el sector de la logística, que ha experimentado una transformación y ha conseguido adaptarse a los nuevos tiempos.
El sector logístico se encuentra más expuesto al contacto con un consumidor que a su vez es más exigente desde el punto de vista de los costes de envío, el plazo y lugar de entrega, o la trazabilidad del paquete. En respuesta, la logística plantea la programación flexible de la entrega; seguimiento en tiempo real de los pedidos y la comunicación directa con el repartidor.
En este ámbito, otro de los factores relevantes es la tendencia al aumento de las devoluciones comerciales en un 3,4% a nivel mundial y un 1,7% en Europa hasta 2025.
Un 32% de las empresas encuestadas declara que la campaña que genera un mayor volumen de actividad es el Black Friday, seguida de la Navidad con un 27%. Hasta un 62% de las empresas encuestadas considera que estas campañas son rentables. Durante éstas, el efecto sobre la demanda se percibe en un incremento superior al 49% a la que existiría si no existiese la campaña.
Estos retos traen consigo una nube de tendencias que copará el sector en los próximos años, relacionados con un crecimiento que hasta ahora era constante, pero que, como consecuencia de la pandemia, se verá incrementado de forma exponencial.
En el estudio, se destacan las siguientes 6 tendencias:
Soluciones logísticas flexibles: El 17% de los consumidores deciden dónde comprar por las mejores opciones de entrega. Una hora y lugar de entrega, el seguimiento del pedido y conocer al consumidor (IA) se antojan como factores fundamentales.
Tecnologías emergentes, innovación en las empresas: La adopción de las tecnologías permite un abanico de nuevas funcionalidades, así como el abaratamiento de costes. Tecnologías como RPA, IA, IoT, Blockchain y vehículos autónomos entrarán con fuerza en el sector.
Microhubs, nuevo modelo de distribución urbana: Los microhubs podrían ser la nueva solución para la congestión de las ciudades y la calidad del aire, contando con un suelo logístico, una fluida relación público-privada e implicando a diversos agentes, desde startups y operadores hasta las propias instituciones.
Vehículos alternativos: Las nuevas tecnologías han permitido que los nuevos motores de combustibles tradicionales sean menos contaminantes. También, han aparecido nuevas opciones en el mercado como vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno, que tendrán largo recorrido en el futuro.
Formación 4.0: Se fomentará la formación interna en el uso de las nuevas tecnologías con nuevos perfiles más cualificados y especializados a nivel tecnológico. Esto puede tener impacto directo en áreas como optimización, business intelligence, planificación, calidad y análisis de datos.
Colaboración público-privada: Implicación de los operadores logísticos, empresas con actividad logística, empresas tecnológicas y startups con las Administraciones Públicas, clústers y organizaciones.