Una comida al aire libre se puede convertir en toda una pesadilla solo con la presencia de un diminuto y molesto animal: la mosca. Pero una empresa española está comercializando el invento definitivo para acabar con ellos sin tener que recurrir a insecticidas o a la célebre y conocida matamoscas. Se trata de una escopeta matamoscas llamada Bug a Salt, que funciona con sal de mesa como munición y que promete acabar con las moscas a la vez que nos divertimos.
Este invento, creado por Lorenzo Maggiore, un estadounidense que tuvo la idea tras observar cómo su padre intentaba cazar moscas con una escopeta de aire comprimido, ya se puede comprar en Aceros de Hispania, una empresa de Castelserás, un pequeño pueblo de Teruel que se dedica a la venta online de cuchillos, espadas y carabinas de aire comprimido y cuyo fundador, Ricardo Lop, se enamoró del invento y decidió distribuirlo en España.
Lop ha conseguido que se hable de esta escopeta matamoscas gracias a una ingeniosa campaña de marketing que se ha desarrollado en TikTok en donde se muestra esta guerra contra las moscas que sufrimos cada año de una manera muy ingeniosa y divertida.
El fundador del distribuidor ha indicado en un comunicado que “no me gustan las moscas, están cada día más pesadas con estas olas de calor y al final terminas cansado de sacudírtelas constantemente, intentando echarlas de la comida”, añadiendo que prefiere “apartarlas o acabar con ellas de forma definitiva con la escopeta matamoscas Bug a Salt de una forma divertida y ecológica”.
Y es que esta escopeta tiene un funcionamiento muy simple, sólo hay que llegar el depósito con sal normal final, como la que se utiliza para cocinar. Tras cargarla, sólo hay que retirar el seguro y disparar contra la mosca que está importunando, lo que fomenta la diversión de los usuarios.
Ricardo Lop ha asegurado que “la sal no penetra en la piel, no daña muebles ni otros objetos, la escopeta no necesita de batería, ni pilas, incorpora una mira Partridge y la recomendamos para insectos de cuerpo blando como moscas, mosquitos, arañas y cucarachas, tijeretas y polillas”.
Al usar como proyectiles el aire y la sal, su uso es seguro cerca de alimentos y evita aplastar el insecto. De hecho, según Lop “muchas veces no mata al insecto, lo deja un poco atontado y fuera de combate”, lo que favorece acabar con ellas.
Este invento está siendo muy popular entre los clientes españoles que incluso quieren que entren más moscas a casa “para practicar su puntería”, ha afirmado Lop.
Eso sí, advierten de que sólo es efectiva a corta distancia, por lo que hay que estar al quite de dónde se encuentran estos malditos bichos.