Por Redacción - Jul 1, 2023
La transformación digital en España ha avanzado vertiginosamente durante este cuarto de siglo, lo que ha permitido al país situarse entre los líderes digitales europeos, según refleja el estudio ‘Impacto de la transformación digital en España: 1998-2023’ de Orange y su Fundación.
Así, en el periodo 2017-2022, España ha avanzado posiciones, llegando a ocupar la 7ª posición, situándose por delante de países como Francia (12ª), Alemania (13ª) o Italia (18ª).
La digitalización del país, gracias al impulso de las telecomunicaciones, ha contribuido en unos 7.500 millones de euros anuales al PIB nacional durante el periodo 2013-2018 fruto de las inversiones realizadas de forma continua por las empresas del sector que, desde 1998, han dedicado una inversión media anual que supera los 5.500 millones de euros.
Estas inversiones han permitido a España situarse entre los países con mejor conectividad. Así lo corrobora la OCDE que, en el caso del porcentaje de accesos de fibra respecto al total de accesos de banda ancha, sitúa a España en la 3ª posición mundial, solo superada por países históricos en el despliegue de esta tecnología como Corea del Sur y Japón, según se hace eco Orange en su web.
A nivel de la UE, España lidera el ranking de países con mayor porcentaje de hogares que disponen de conexiones fijas de banda ancha de al menos 100 Mbps. Gracias al esfuerzo de los operadores de telecomunicaciones, España ha entrado en el top-3 de países con mejor conectividad de la UE.
Si bien estas cifras reflejan un proceso de digitalización exitosa, hay algunos grupos sociales que, a pesar de estos múltiples avances, no pueden disfrutar de las ventajas que ofrece la tecnología. Tanto es así que solo el 64,2% de la población española cuenta con competencias digitales básicas.
Este porcentaje está aún lejos del objetivo planteado por la Comisión Europea en su programa hacia la Década Digital 2030: al menos el 80% de la población debe disponer de dichas competencias digitales básicas.
Si bien la brecha digital aún afecta algunos colectivos, los avances han sido considerables. La brecha digital entre el ámbito urbano y el rural ha pasado del 18% en 2004 al 4% en 2022. Esta reducción de la brecha, junto con el incremento de las velocidades de conexión en las zonas rurales, tiene un efecto positivo en la reducción de la despoblación de las zonas rurales españolas.
En este país, los usuarios diarios de internet han pasado del 16,1% en 2003 al 87,1% en 2022, lo que demuestra que el acceso a la red de redes es un hábito completamente integrado en la vida de la gran mayoría de la población española. La brecha digital en el acceso a internet en función de la edad se ha reducido de forma considerable en los últimos años, pasando de los 50,5 puntos en 2012 a los 18 puntos en 2022.
En el caso de los mayores de 74 años, la brecha respecto al porcentaje de usuarios global es muy superior, llegando a los 58 puntos en 2022. Otra brecha de acceso que era muy evidente en los inicios de la digitalización, la de género, es ahora prácticamente inexistente. Si en los primeros años del siglo el porcentaje de hombres usuarios de internet superaba en 9 puntos al de mujeres, en 2022 no existe ninguna diferencia.