El gigante tecnológico Google sigue teniendo problemas judiciales. Y es que la compañía de Mountain View ha sido demandada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y ocho estados por su supuesto monopolio en el mercado de la publicidad digital.
El organismo institucional considera que Google ha abusado del poder de monopolio en perjuicio de los sitios web y los anunciantes que utilizan otras herramientas publicitarias, según una demanda publicada por The Verge.
Dicho documento establece que “el comportamiento anticompetitivo de Google elevó las barreras de entrada a niveles artificialmente altos, obligó a los competidores clave a abandonar el mercado de herramientas que tecnología publicitaria, disuadió a los competidores potenciales de unirse al mercado y dejó a los pocos competidores restantes de Google marginados e injustamente en desventaja”.
Otra de las acusaciones realizadas por el organismo estadounidense es que Google ha estado obligando a otras empresas a utilizar sus herramientas. Del mismo modo, el departamento asegura que Google “se embolsa de media más del 30 por ciento de los dólares publicitarios que fluyen a través de sus productos de tecnología de publicidad digital”.
Google no ha querido quedarse callada ante estas acusaciones y ha indicado en un comunicado en su blog que la solicitud del Departamento de Justicia de “deshacer” dos adquisiciones anteriores de hace más de una década es un intento de “reescribir la historia a expensas de los editores, anunciantes y usuarios de Internet”.
Asimismo, ha considerado que el departamento “caracteriza erróneamente” cómo funcionan sus productos publicitarios, aseverando que Google no obliga a los clientes a usar sus productos y que los usuarios eligen utilizarlos porque “son efectivos”.
Hay que recordar que el año pasado Google intentó evitar una posible demanda del Departamento de Justicia al ofrecer separar su negocio de subastas de anuncios, que vende y coloca anuncios en los sitios web de los clientes, del brazo de publicidad digital de Google. Pero en lugar de convertirla en una empresa separada totalmente, la medida habría puesto a la división bajo el paraguas de la empresa matriz de Google, Alphabet.
Google también fue demandada por el mismo organismo en 2020 por motivos similares, acusándolo de monopolización ilegal de los mercados de búsqueda y publicidad.