Nokia acaba de anunciar un nuevo plan de reestructuración para ahorrar costes de producción que contempla el despido de hasta 10.000 trabajadores antes de 2023.
Este recorte de personal, que afectará al 11 por ciento de su plantilla actual, forma parte de ese plan de reestructuración que tiene como objetivo el ahorro de unos 600 millones de euros a finales de 2023. Su intención es financiar el aumento del gasto en investigación y desarrollo dentro de la compañía, sobre todo en relación a la tecnología 5G, la computación en la nube y la infraestructura digital.
Desde la llegada del nuevo consejero delegado, Pekka Lundmark, a Nokia el año pasado, la compañía está trabajando en la mejora de la rentabilidad y ya presentó un plan para poder simplificar su estructura organizativa.
Según explica Reuters, Nokia tendrá cuatro grupos comerciales dentro de esa estrategia, y Lundmark ha asegurado que la compañía hará todo lo que fuera necesario para tomar la iniciativa en 5G.
Lundmark ha señalado en un comunicado recogido por la agencia de noticias que “las decisiones que pueden tener un impacto potencial en nuestros empleados nunca se toman a la ligera”, prometiendo además que los afectados “recibirán apoyo durante el proyecto”.
Nokia cuenta actualmente con 90.000 empleados, y ya ha pasado por este proceso de recorte de plantilla en el pasado, sobre todo desde la adquisición de Alcatel-Lucent en 2016.
Francia, donde Nokia eliminó más de 1.000 puestos de trabajo el año pasado, ha sido excluida de la nueva reestructuración.
En febrero, Nokia pronosticó que los ingresos de 2021 caerían entre 20.6 y 21.8 millones de euros.