Google vuelve a enfrentarse a una nueva multa millonaria por presuntamente engañar a millones de usuarios en Australia para usar sus datos con fines publicitarios y comerciales. Y es que la comisión de la competencia de Australia ha demandado al gigante tecnológico por este motivo durante el periodo comprendido entre 2016 y 2018.
La demanda ha sido presentada por la Comisión Australiana de Competencia y Consumo ante el Tribunal Federal, en donde se indica que Google no tenía el consentimiento previo de sus usuarios para poder combinar la información personal de las cuentas asociadas a ellos con las actividades de los mismos en otros portales de terceros.
Según ha explicado Rob Sims, el presidente de esta Comisión, en declaraciones en la nota de prensa y recogidas por Reuters, “creemos que nuestros consumidores, de haber tenido una opción informada, habrían rehusado a dar permiso a Google para combinar y usar tal gama de información personal para el propio beneficio financiero de Google”.
De acuerdo con Reuters, durante ese periodo de tiempo Google envió una notificación emergente a sus usuarios en la que se tenía que dar el consentimiento expreso para la recolección y almacenamiento de sus datos relacionados con el uso que hacían del buscador y de Youtube, entre otras cosas.
Estos datos recopilados por Google le dieron información al gigante tecnológico sobre los gustos e intereses de los usuarios para así poder afinar aún más los contenidos publicitarios que se podían encontrar al usar sus servicios.
Por este motivo, la comisión de la competencia de Australia demandó a Google por considerar que engañaba a sus usuarios acerca de la recogida de sus datos durante ese periodo de tiempo.
Por su parte, desde Google han indicado en Reuters que el cambio fue opcional y que aquellos que no dieron su consentimiento, el servicio se mantuvo sin cambios.