Los gigantes tecnológicos IBM y Amazon han decidido dejar de ofrecer sus softwares de análisis o reconocimiento facial de uso general, un gesto que está vinculado al movimiento ‘Black Lives Matter’ tras la muerte a manos de la policía del ciudadano afroamericano George Floyd.
El encargado de hacer este anuncio por parte de IBM ha sido Arvind Krishna, CEO de la compañía, que ha mandado una carta abierta dirigida al Congreso de Estados Unidos en el que incide en el hecho de que IBM se opone “firmemente y no tolerará el uso de ninguna tecnología, incluida la tecnología de reconocimiento facial ofrecida por otros proveedores, para la vigilancia masiva, el perfil racial, las violaciones de los derechos humanos y las libertades básicas, o cualquier propósito que no sea coherente con nuestros valores y principios de confianza y transparencia”.
El ejecutivo de IBM ha aseverado en dicha carta que es el momento para empezar un diálogo nacional sobre si las agencias nacionales de aplicación de la ley deberían emplear la tecnología facial y cómo.
En su opinión, la inteligencia artificial es una herramienta “poderosa” que puede ayudar a la policía pero los proveedores de dicha tecnología también tienen parte de responsabilidad en garantizar que se evalúe el sesgo de la inteligencia artificial.
Ahora bien, desde IBM se seguirá desarrollando e investigando esta tecnología.
Krishna también ha solicitado al Congreso de los Estados Unidos que se sometan más casos de mala conducta policial a la competencia del tribunal federal.
Unos días después, Amazon ha tomado una decisión similar y ha prohibido a los cuerpos de policía usar su tecnología de reconocimiento facial. En concreto, Jeff Bezos, fundador del gigante del ecommerce ha explicado en el blog oficial de la compañía que se trata de una “moratoria” para que el Congreso pueda “implementar las reglas adecuadas” para su uso por parte de la policía.
Eso sí, Amazon seguirá permitiendo su uso por parte de los clientes que ayudan a las fuerzas del orden frente a la trata de personas.
El uso de este tipo de tecnología de reconocimiento facial ha dado mucho que hablar desde su creación, ya que algunos estudios han demostrado que discriminan a los negros y a personas de piel oscura en general, pero también a las mujeres a las que suelen tener problemas para distinguir. De hecho, la Unión de Libertades Civiles de América demostró hace dos años la falta de fiabilidad en el programa de reconocimiento facial de Amazon, Reckognition, al aplicarlo a fotos de los miembros del Congreso de Estados Unidos, identificando a 28 personas como autores de delitos cuyos responsables ya estaban en prisión.