Foto oficial de la presentación del Informe La Sociedad Digital en España 2018, de la Fundación Telefónica. |FOTOGRAFÍA: Fundación Telefónica
La digitalización y la tecnología ha provocado grandes avances a nivel económico y social. En España el año 2018 se caracterizó por importantes desarrollos y logros en sectores como la conectividad, la protección de datos o las tecnologías inteligentes. Dada su evolución, el país demanda un marco ético en el que la tecnología esté al servicio de las personas, que estén a su vez al frente de la transformación digital. Así lo expresa el informe La Sociedad Digital en España 2018, editado por la Fundación Telefónica.
España quiere implantar una red de conectividad móvil 5G. El año pasado, el país fue líder en el despliegue de redes de ultra banda ancha inteligente, dinámica y sostenible. En septiembre, el parque de líneas móviles contaba con 53,4 millones de clientes, un 2,9% más que el año anterior. Por cada 100 habitantes hay 114 líneas, media superior a la global (104 líneas). A la espera de la red 5G, la 4G alcanza al 97,2% de la población. La fibra óptica, por su parte, presenta una penetración del 71% en los hogares españoles.
Uno de los grandes temas fue el uso que hacían las empresas de los datos de los usuarios. Con el Reglamento General de Protección de Datos aumentó la confianza de los consumidores y su sensación de seguridad en Internet. Un 82,9% considera importante la privacidad de sus datos y solo un 1,5% los cedería. Estos datos hacen que las empresas puedan personalizar su oferta según el cliente. El 57% de españoles están cómodos con cómo se maneja su información para tal fin.
Por otra parte, nuestro país es cada vez más tecnológico: hasta 65 ciudades de la geografía española forman una red de ciudades inteligentes. Entre ellas se encuentra Barcelona, que ha creado 47.000 empleos gracias a las nuevas tecnologías. Llegaron a España también los cobots, robots que colaboran con los humanos, y los asistentes de voz Amazon Echo y Google Home. Telefónica desarrolló Aura y su asistente para el hogar Movistar Home.
La tecnología ha traído consigo nuevas posibilidades en el mundo de la comunicación. La mensajería instantánea es la preferida para el 95,1% de la población frente a las llamadas a la hora de hablar. Este fenómeno es significativo en los jóvenes: el 96,9% de las personas entre 14 y 24 años prefiere usar WhatsApp. A nivel general, el 36% de la población llama por móvil o fijo. Llama la atención también que el 86,6% de la población prefiera una comunicación no presencial.
Sin salir del terreno de la comunicación, pero en lo relativo a los medios audiovisuales, 1 de cada 3 hogares contratan plataformas de pago online. Cada vez se usa más la televisión como Smart TV para conectarse a Internet. En el primer trimestre de 2018, la TV de pago llegó a tener 6,7 millones de abonados. La televisión por internet, 4,1.
Por otro lado, 2018 fue el año en que se popularizaron las fake news, que llegaron a interferir en elecciones democráticas. La Inteligencia Artificial ha dado lugar al deepfake, fenómeno por el cual se generan expresiones y gestos artificiales para simular discursos. Según la consultora Gartner, en 2022 los ciudadanos de las economías maduras consumirán más información verdadera que falsa.
Debido a todo lo comentado, la Fundación Telefónica cita en su estudio una serie de retos a los que se enfrenta España para aprovechar la transformación digital. Estos pueden resumirse en:
Dinamización de la economía digital, adaptando la industria y la administración a las nuevas tecnologías.
Fomento del capital humano a través de una educación actualizada: a pesar del avance tecnológico de nuestro país, hay 10.000 puestos de trabajo sin cubrir por la falta de perfiles cualificados. Por ello se debe formar a las personas en competencias digitales con un sistema educativo con nuevos enfoques.
Fomento del emprendimiento digital, a través de mejoras en la regulación y la financiación y apoyos a la internacionalización y el crecimiento.
Nuevas normas para la gestión y la protección de los datos que circulan por el ciberespacio. Se debe desarrollar una Carta de los Derechos Digitales en la que los ciudadanos vean reconocida una protección de la información que proporcionan e intercambian en el mundo digital.
Dimensión ética de la Inteligencia Artificial y los algoritmos. Mientras que las personas tenemos capacidad de raciocinio y adaptación ante situaciones concretas, las máquinas son programadas por los humanos. Ahora se trata de desarrollar máquinas que puedan pensar por sí mismas. Pero hay ciertos contextos en los que la ética entra en juego y complica las decisiones, que dejan de estar limitadas a códigos binarios.
Inclusión de la población en la sociedad conectada, con igualdad de condiciones y oportunidades.