Protestar contra la nueva ley de desconexión de la red global de Internet. Ese ha sido el objetivo de miles de rusos que se han unido en las calles de Moscú para alzar la voz sobre esta propuesta de ley que se está discutiendo en el parlamento ruso y que ya se encuentra en una segunda lectura que se llevará a cabo esta semana.
Y es que el gobierno tiene intención de aprobar esta ley que constituiría unas restricciones aún más estrictas a la hora de acceder a Internet bajo la excusa de que así se evitaría la interferencia extranjera en los asuntos de Rusia, según ha indicado la agencia de noticias Reuters.
Durante este acto, organizado por el Partido Libertario, y que se ha considerado como uno de los más multitudinarios de los últimos años, no sólo en Moscú sino en el resto de ciudades en el que se ha llevado a cabo, el líder de la fuerza, Serguéi Boikó, denunció ante la multitud que “las autoridades quieren privarnos de la libertad” ya que, en su opinión, gracias a un Internet más libre surgieron en el país “personas libres y políticos independientes”, algo con lo que el gobierno ruso no está viendo con muy buenos ojos.
El proyecto de ley tiene como principal objetivo estabilizar el funcionamiento del segmento ruso de Internet y su desconexión de la red global en el caso de alguna crisis o ataques cibernéticos contra el país. Este proyecto de ley ya ha sido aprobado por la Cámara de Diputados de Rusia, y establece la obligatoriedad de los operadores de garantizar la gestión centralizada del tráfico de Internet en caso de una amenaza externa, lo que se ha considerado como un interés de mantener el control de Internet por parte del estado.
Según la agencia de noticias, refiriéndose a los datos ofrecidos por los activistas en contra de esta ley y que participaron en la protesta ofrecidos a través de Twitter, unas 15 personas han sido detenidas en Moscú por la policía que además también confiscó pancartas y globos con los eslogans de la protesta.
Este proyecto de ley también pretende, según Reuters, construir un sistema nacional de nombres de dominio para permitir que Internet continúe funcionando incluso cuando el país está aislado por la infraestructura extranjera. El documento se discutirá otra vez esta semana y, si se aprueba, deberá ser firmada por la Cámara Alta del Parlamento y luego por el presidente Vladimir Putin.
A lo largo de estos años, Rusia ha ido introduciendo leyes de Internet más estrictas que requieren que los motores de búsqueda eliminen algunos resultados de búsqueda. También fue muy polémico el pedir a los servicios de mensajería instantánea compartir las claves de cifrado con los servicios de seguridad y a las redes sociales se les ha exigido que los datos personales de los usuarios rusos se guarden en servidores dentro del país.