Google vuelve a estar en problemas. Y es que el regulador ruso de medios de comunicación ha decidido abrir un procedimiento administrativo contra el gigante tecnológico por incumplir la legislación vigente.
Así lo ha indicado el portavoz del organismo ruso, Vadim Ampeloki, que ha aseverado que será dicha institución la encargada de analizar el caso y decidir cuál podría ser la sanción económica que pueda recibir Google.
El motivo por el que las autoridades rusas han decidido ponerse en contra de Google es la negativa de esta última de conectarse al registro de páginas web prohibidas, tal y como ordena la ley que entró en vigor a principios de octubre.
Al parecer, Google envió una carta a Roskomnadzor ofreciendo información sobre la razón por la que no se conectaron a este registro, pero Ampeloki no ha querido revelar el contenido de la misma.
El gigante tecnológico podría ser sancionado con una multa de entre 7.600 y 10.000 dólares, aunque podría evitar la multa siempre y cuando siga las reglas establecidas en la ley vigente antes del 11 de diciembre.
Dicha legislación prohíbe compartir información que contenga propaganda de guerra o incitación al odio étnico, racial o religioso, así como información o contenido que amenace la vida y la salud de los menores de edad, que los incite a consumir drogas o alcohol o a dedicarse a la prostitución o al vaganbudeo.
Esta ley también establece un veto a las webs que justifiquen el trato cruel a los animales o que nieguen los valores familiares o hagan propaganda de “relaciones sexuales no tradicionales”.