Google, y por ende Gmail están en el punto de mira, esta vez por el tema de la seguridad de los datos de sus usuarios. Y es que la compañía ha reconocido en una carta dirigida a los senadores de Estados Unidos que todavía permite a terceros acceder y compartir datos de cuentas de sus servicios de correo electrónico Gmail.
La compañía de la gran G respondía así a una serie de cuestiones relativas a la seguridad de sus servicios que habían solicitado los legisladores de Estados Unidos, según ha explicado The Wall Street Journal, que ha podido acceder a esta misiva. En ella se les pedía información sobre las medidas de protección contra las malas prácticas que estaba adoptando la compañía y en ella se reconocía esta situación.
En concreto, según ha señalado Susan Molinari, la vicepresidenta de la firma para asuntos gubernamentales en las Américas, los desarrolladores de software pueden compartir con terceros datos de Gmail siempre y cuando sean transparentes con los usuarios sobre cómo los están utilizando.
Por tanto, Google permite el acceso a los desarrolladores de software que pueden utilizar, por ejemplo, palabras clave que utilizan los usuarios y que les pueden ayudar a conocer sus movimientos, gustos e intereses y además pueden compartirlo con terceros.
La reacción de la compañía no se ha hecho esperar y ha explicado que ellos abandonaron este tipo de prácticas el año pasado por lo que ahora sólo desarrolladores de software ajenos a Google son los que podrían seguir haciendo uso de las mismas.
La seguridad de los datos está cada vez más en los titulares de la prensa internacional, como fue el caso del escándalo de Cambridge Analytica y Facebook en donde hubo una filtración masiva de datos que afectó a 87 millones de usuarios y que ha traído de cabeza a la red social desde entonces.
Google también ha estado en el punto de mira, ya que a principios de septiembre se negó a enviar a su consejero delegado, Larry Page, a testificar ante el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense para responder preguntas sobre la seguridad de sus servicios y la privacidad de los datos de sus usuarios. Otros grandes del sector tecnológico sí que respondieron a estas exigencias y, por ejemplo, Twitter mandó a su director general Jack Dorsey, y Facebook a su responsable de operaciones, Sheryl Sandberg, que aseveraron que sus firmas están mejor preparadas para afrontar la injerencia extranjera en las próximas elecciones.