La ciudad de Sao Paulo, en Brasil, ha sido elegida por Uber para albergar su nuevo centro de desarrollo de tecnología, que entrará en funcionamiento a finales de este año.
Este nuevo centro costará unos 64 millones de dólares durante los próximos cinco años para desarrollar estas nuevas instalaciones que se convertirán en una de las más importantes de la compañía en Latinoamérica.
Y es que Uber tiene muy buena salud en Brasil, ya que se trata del segundo mercado nacional más fuerte después de Estados Unidos, donde se han realizado mil millones de viajes a lo largo de estos últimos cuatro años.
El objetivo de este nuevo plan de expansión será mejorar la seguridad de sus usuarios y conductores, por lo que se servirá de unos 150 especialistas en tecnología para desarrollar este trabajo.
El director de productos de seguridad de Uber, Sachin Kansal, indicó en unas declaraciones recogidas por Reuters, que se plantea la posibilidad de incluir la opción de aceptar pagos en efectivo al considerar que algunos sectores de la sociedad no tienen acceso a las tarjetas de crédito y es precisamente este colectivo “el que necesite más transporte conveniente y confiable”.
Ahora bien, la seguridad será muy importante para los usuarios y también para los conductores de Uber a pesar de que el pago no se realice a través de tarjetas de crédito, sobre todo en un país en el que los conductores son víctimas de constantes robos. Y es que según Kansal, las herramientas que se desarrollen se podrán utilizar para confirmar la identidad de los usuarios sin tarjetas de créditos.
Otra de las novedades que se introducirán en el servicio es el aprendizaje automático para bloquear los viajes que podrían ser considerados de riesgo.