Elon Musk, cortesía de Twitter
El fundador de Tesla, Elon Musk, ha revolucionado Wall Street al anunciar una posible retirada de su compañía de la bolsa, lo que ha supuesto un incremento considerable del valor de sus acciones.
Y es que el magnate estadounidense ha publicado una serie de tuits en los que se estaba pensando la posibilidad de “privatizar Tesla a 420 dólares (la acción)”, lo que supone un valor superior a las acciones de esta firma en la bolsa, que llegó a subir hasta los 362 desde los 355.5 dólares por acción que tenía a principios de la mañana.
Además, Musk aseguraba en dicho tuit que la “financiación está asegurada”, de ahí que la Bolsa se volviera un poco caótica durante ese día.
Unas horas después de la publicación del tuit y dado que los inversores estaban muy confusos sobre el anuncio de Musk, la cotización de Tesla se suspendió y algunos inversores consideraron más tarde que este movimiento no era más que una estrategia del propio Musk para acelerar el valor de Tesla en Bolsa. Además, otros se preguntaban si lo que había hecho el magnate era legal, aunque las leyes de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ya aprobaron en 2013 que las empresas podían anunciar sus decisiones a través de las redes sociales.
Poco antes de que finalizara el día en el mercado bursátil, Tesla volvía al ataque, lo que produjo otro incremento del valor de sus acciones, que alcanzaron los 379.56 dólares.
Sobre la misma hora, se hacía público un mail que Musk había enviado a sus trabajadores en donde se explicaba que la decisión de sacar a Tesla de la Bolsa todavía no es firme ya que tiene que ser aprobada, aunque explicaba las razones por las que sería una decisión positiva.
En este sentido, Musk aseguraba que al estar en Bolsa, “estamos sujeos a los cambios salvajes en el precio de nuestras acciones, que pueden ser una distracción importante para todos los trabajadores de Tesla, que también son accionistas”.
Asimismo, el fundador de la empresa incidía en el hecho de que al estar en Bolsa habría personas con “incentivos para atacarla”.
Musk indicó además que la compañía necesita, en la actualidad, una mayor estabilidad, y no descartó la posibilidad de volver a Bolsa una vez conseguido el inicio de una fase de crecimiento más lenta y predecible.
Medios especializados vinculan este anuncio tan sorprendente de Musk con las palabras en contra de los vendedores a corto plazo que ha pronunciado el magnate, ya que en su opinión, éstos hacen fluctuar el valor de la empresa constantemente.
En el caso de que el anuncio de pagar las acciones a 420 dólares sea una realidad, la compañía alcanzaría un valor de 70.000 millones de dólares, cifra muy superior al valor en el mercado que tiene actualmente, que está en torno a los 58.000 millones de dólares, lo que supondría una gran operación económica.
Algunos inversores han mostrado su preocupación sobre el futuro de Tesla, ya que los gastos se han incrementado recientemente, así como la duda de que puedan tener fondos suficientes para los proyectos de crecimiento, entre los que se incluyen nuevas fábricas y nuevos modelos de coches eléctricos.