La banca ha sido otra vez objetivo de los hackers que han provocado la filtración masiva de datos de miles de clientes en Chile, provocando que las autoridades pidieran a los bancos a tomar medidas urgentes para la protección de esos datos.
Y es que según ha informado la Superintendencia de Bancos, usuarios de Twitter informaron sobre la filtración de datos tras el ataque informático, y que ha podido afectar a unos 14.000 clientes y tarjetas de crédito, no sólo dentro del país sino también fuera.
El grupo de hackers se autodenominaba Shadowbrokers y ha publicado en Twitter una serie de datos relativos a las tarjetas de crédito de miles de usuarios, junto con el código de seguridad y la fecha de caducidad de las tarjetas, por lo que podría ser utilizada para compras online.
La entidad chilena ha contactado con los bancos que se han visto afectados para pedirles que tomen medidas urgentes para proteger dichos datos y a los clientes afectados.
Según han informado medios especializados, la mayoría de las tarjetas afectadas están inactivas, pero siguen investigando todo lo relacionado con el ciberataque.
Entre los bancos que se han visto afectados por la filtración masiva de datos se encuentra Bci, uno de los más importantes del país, que ha confirmado que era uno de los bancos afectados pero que habían bloqueado inmediatamente las tarjetas de crédito cuyos datos se filtraron.
En este sentido, desde Bci han explicado que se está investigando el origen de la filtración, añadiendo que seguirán monitorizando la actividad de los clientes para comprobar los movimientos, ya que todos los protocolos de seguridad se han activado ante este ataque.
No es la primera vez que Chile se ve afectada por los hackers ya que hace dos meses también sufrió un ataque, pero esta vez contra el Banco de Chile, la segunda entidad financiera más importante del país. En esa ocasión se robaron 10 millones de dólares, dinero que acabó en algunas cuentas de Hong Kong.
Las consecuencias de estos ciberataques también han tenido repercusiones políticas, ya que las autoridades chilenas han pedido ayuda al Fondo Monetario Internacional para modernizar los protocolos de seguridad.
