Un representante de Optimus Garden muestra el funcionamiento de la aplicación en el sistema inteligente durante la presentación, este jueves, de la herramienta. |FOTOGRAFÍAS: Marta Peiro
El poder del Internet de las Cosas ha llegado a la jardinería. Ahora es posible plantar el producto que se quiera, en cualquier lugar, sin necesidad de un terreno y llevando un control sobre el mismo mediante una app. Este jueves, la Terraza Atenas de Madrid acogió la presentación de Optimus Garden, el primer jardín vertical hidropónico e inteligente.
El sistema consta de dos partes. La primera es una estructura con una serie de espacios en los que se colocan las macetas con el producto deseado. A estas, a través de un depósito, llegan unos nutrientes, sales minerales, disueltos en agua que alimentan y hacen crecer a las plantas o vegetales, ya sean rosas y margaritas como pequeños vegetales de hoja corta, fresas o patatas. El agua, según Damien Krack, cofundador de la empresa, cubre lo plantado de una “manera uniforme” para garantizar la cantidad necesaria para crecer.
A la derecha, el cofundador de la empresa, Damien Krack, da detalles sobre Optimus Garden.
Cada espacio de plantación posee unos sensores que transmiten información sobre el producto plantado a una aplicación móvil, segunda parte del sistema y en la que entra en juego la tecnología del Internet de las Cosas (IoT). A través de estos, el usuario puede ver digitalmente cómo está el producto, la cantidad de agua que tiene, cómo crece en función de los nutrientes que dispone o la cantidad de luz que le llega. Las tomas, asimismo, se pueden programar, de manera que el producto esté perfectamente atendido sea la hora que sea.
La app también proporciona consejos sobre qué plantas o vegetales cultivar en función de las condiciones del lugar o recetas para cocinar con el producto plantado.
La “ligereza y simplicidad” del montaje de Optimus Garden hace que se pueda colocar en cualquier pared, aseguró Krack. “Una pared con un poco de luz…ahí ya puedes empezar a cultivar”, afirmó el cofundador de la empresa. Aunque el desarrollo de las plantas lejos de la superficie terrestre es, inevitablemente, diferente al tradicional, este método hace que “no hagan falta pesticidas, ya que casi todas las plagas se transmiten a través de la tierra”, expuso Manuel Cabrera, cofundador de la compañía.
Damien Krack, a la derecha, y su compañero Manuel Cabrera.
Los creadores de este sistema también han desarrollado unos nutrientes para las plantas, ya que, aunque admiten que se pueden encontrar en el mercado, puntualizan que, generalmente, para hacer uso de ellos hay que entender de hidroponía.
Con todo, defendió Cabrera, se pretende “dejar de contaminar suelos y que las ciudades sean sostenibles a nivel de producción vegetal”. Esta solución, añadió, consigue más del 90% de ahorro de agua. Pero Optimus Garden también tiene objetivos a nivel nutricional. Según declararon sus creadores, el fin es “producir un producto que sea natural, fresco, lo más cerca posible del consumo”. Este, por otro lado, puede ser muy variado, gracias a la posibilidad de “cambiar plantas en función del gusto”, especificó Krack. El objetivo de este huerto, concretó, es “dar facilidad para que la gente vuelva a cultivar sus propias cosas a nivel local”.