En el ámbito profesional, la reputación lo es todo. Y en Internet, también. Es tu imagen, tu prestigio, tu tarjeta de visita a la hora de tratar con internautas, de establecer una conversación y, por ende, de la construcción de tu marca personal. Tener una buena reputación online es un trabajo del día a día, en el que se debe ocupar tiempo para controlar nuestra actividad en Internet y también en las redes sociales. Es importante generar contenido de calidad y ser coherente a la hora de sostener una postura, sin olvidar el aportar datos fiables. Todo un reto.