Emprender y buscar una idea antes de que esté de moda. Ese es el modelo que han seguido las empresarias Natacha Apolinario y Sandra Seguimón, copropietarias de Sushita, que en 1999 abrió sus puertas ofreciendo un producto hasta entonces prácticamente inexistente en España, el sushi para llevar. Pero sus comienzos no fueron sencillos y han explicado en este capítulo que se enfrentaron al handicap de entregar un producto en otra parte de España en un tiempo record, ya que el sushi tiene una fecha de caducidad muy corta, sólo 48 horas.
Pero también se enfrentaron a las dificultades de encontrar financiación, ya que la idea del sushi para llevar no era tan entendida en aquellos momentos. Pero tras un trabajo duro que comenzó con la idea surgida tras numerosos viajes esta empresa se ha convertido en líder y pionera del sector, y han ampliado sus servicios a restaurantes donde tener un contacto más directo con los clientes.