Los británicos eligen España como el país preferido desde el que les gustaría trabajar de forma remota. Así lo refleja un reciente estudio realizado por Nebeus, plataforma de pagos globales, a 400 profesionales del Reino Unido.
Los datos revelan que España, con un 22 por ciento, se sitúa como destino favorito por parte de los británicos para trabajar en remoto. Le siguen Estados Unidos (19 por ciento), Francia (13 por ciento), Portugal (6 por ciento), el Sudeste Asiático (5 por ciento), América Latina (3 por ciento) y Europa del Este (2 por ciento). No obstante, un 20 por ciento de los encuestados no se plantea mudarse para trabajar a distancia y un 12 por ciento elegiría otro lugar diferente a los anteriores.
Este estudio también ha revelado las ciudades favoritas por parte de estos trabajadores británicos, siendo Barcelona la preferida, con un 14 por ciento, seguidas de ciudades de la costa como Valencia (7 por ciento), Alicante (5 por ciento), Málaga (4 por ciento), Palma de Mallorca (4 por ciento) o Marbella (3 por ciento). Sin embargo, algunos destinos de interior también ocupan puestos altos en el ranking, como Madrid (5 por ciento) o Sevilla (3 por ciento).
Con todo, un 46 por ciento de los encuestados no está seguro de qué ciudad escogería, lo que refleja la importancia de entender las diferencias culturales y las oportunidades específicas de cada región de España.
Las cifras del estudio ponen de manifiesto que un 53 por ciento de los profesionales británicos estaría dispuesto a mudarse a España si tuviese la oportunidad de hacerlo sin cambiar de trabajo, frente a un 33 por ciento que no consideraría esta opción y un 14 por ciento que no sabe qué haría.
Además de este factor, existen otros incentivos que motivarían a los encuestados a elegir España como su lugar favorito para trabajar en remoto. El principal, con un 46 por ciento, es una mejor calidad de vida, seguido por la posibilidad de ahorrar dinero (19 por ciento) y una cultura y forma de vivir atractivas (12 por ciento). Otros aspectos positivos para los encuestados, aunque menos relevantes, serían las oportunidades laborales (7 por ciento) y los incentivos fiscales (4 por ciento).
En el otro lado de la balanza se sitúan los retos que dificultarían mudarse a nuestro país, como la barrera lingüística (53 por ciento), alejarse de familiares y amigos (14 por ciento), o cuestiones fiscales (11 por ciento). También existe un 7 por ciento que duda de la estabilidad económica de España y un 5 por ciento que piensa que las diferencias culturales podrían suponer un problema.
El estudio revela un dato muy significativo: el 89 por ciento de los profesionales británicos no estaba al tanto de la existencia de la visa de trabajo ofrecida por España para los nómadas digitales. A pesar de este desconocimiento, un 56 por ciento muestra su interés por hacer uso de la misma, frente a un 33 por ciento que no lo consideraría. Sólo un 11 por ciento conocía esta visa de trabajo digital, dentro del cual un seis por ciento se plantearía utilizarla y un cinco por ciento no lo haría.
Un 29 por ciento de los profesionales británicos encuestados piensa que su poder adquisitivo sería mayor en España que en Reino Unido. No obstante, la mayoría, un 38 por ciento, no lo tiene claro, un 22 por ciento cree que sería similar y tan sólo un 11 por ciento opina que sería menor.
Además, a la hora de mudarse a un país extranjero, los británicos consideran importantes aspectos financieros como la posibilidad de realizar transferencias internacionales de forma fácil y económica (27 por ciento), disponer de seguros o protecciones financieras (21 por ciento), poder acceder a tarjetas aceptadas internacionalmente (19 por ciento) o contar con facilidades en préstamos para expatriados (4 por ciento).
A la hora de elegir una plataforma financiera para gestionar su dinero en el extranjero, los profesionales británicos creen que son decisivas la facilidad de uso y acceso (33 por ciento), que las comisiones y los gastos de mantenimiento sean bajos (24 por ciento), la seguridad y protección de datos (15 por ciento), el cambio de divisas (14 por ciento), la atención al cliente (10 por ciento) y la diversidad de productos (5 por ciento).
Finalmente, entre los principales retos financieros que podrían encontrarse al mudarse y trabajar desde otro país, los encuestados señalan los costes sanitarios (31%), el coste de la vida (21 por ciento), o los planes de jubilación y ahorro (10 por ciento). Otras preocupaciones tienen que ver con el acceso a cuentas y fondos (9 por ciento), cambio de divisas (7 por ciento) o acceso a créditos y préstamos (7 por ciento).
De acuerdo con los datos del estudio, el perfil del profesional británico que elegiría España como destino para trabajar de forma remota es el de una mujer de entre 25 y 30 años que es encargada o supervisora de otros empleados dentro del sector privado.
Así, un 23 por ciento de mujeres eligieron España como primera opción frente a otros países, siendo su opción preferida. Por su parte, el dato en hombres fue del 20 por ciento, lo que ubica a España como su segunda opción, por detrás de Estados Unidos (22 por ciento).
La franja de edad mayoritaria de los profesionales británicos que eligen España para trabajar en remoto se encuentra entre los 25 y 30 años (37 por ciento), seguida por la de 35 a 40 (30 por ciento) y la de 30 a 35 (20 por ciento).
En lo referente al tipo de trabajo, un 29 por ciento se dedica al sector privado, un 21 por ciento al público, un 19 por ciento realiza su labor en el tercer sector y un 14 por ciento se encuentra en situación de desempleo. El 50 por ciento de los encuestados que elegiría España como primera opción son encargados o supervisores de otros empleados, seguidos por un 37 por ciento que trabaja en ventas o relaciones comerciales.