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Advierten que las pensiones públicas serán muy pequeñas en el futuro

Responsable de Redes Sociales y redactora de TodoStartups

Tras años de trabajo, llega la ansiada jubilación. No importa que sea cada vez más tarde, ya que la edad de jubilación ha subido hasta los 67 años, pero por fin llega la edad dorada de los trabajadores. Pero el futuro no parece muy positivo, ya que las pensiones públicas no superarán el 50 por ciento o como mucho el 60 por ciento del salario medio de ese momento. Por eso, “todos aquellos que aspiren a una pensión pública generosa que se olviden, será pequeña, muy pequeña”, ha indicado Dositeo Amoedo, presidente de la Asociación de Educadores y Planificadores Financieros, que ha hablado con TodoStartups sobre el futuro de las pensiones de jubilación, la situación actual y las mejores recomendaciones para planificar una buena pensión.

¿Cómo podemos planificar nuestra jubilación?

Las personas cercanas a la jubilación, en particular los baby boomers, no tienen ya mucho margen de maniobra para poder complementar la pensión pública si ésta es muy baja. Pero los autónomos y empleados más jóvenes de nuestro país es algo que deben planificar desde ya, por dos motivos, uno positivo y otro negativo.

El positivo es que tienen dos aliados que les permitirá optimizar muchísimo el ahorro para la jubilación, el mercado y el tiempo. El mercado porque al faltarles muchos años para jubilarse pueden invertir el ahorro en fondos de inversión y planes de pensiones de riesgo alto y beneficiarse del mayor rendimiento esperado a largo plazo de esta estrategia de inversión, y el tiempo por el efecto de la capitalización, cuanto más tiempo se tiene por delante menos dinero se necesita para llegar al mismo capital.

El negativo es que seguramente en el futuro las pensiones públicas no superaran el 50 por ciento o como mucho el 60 por ciento del salario medio de ese momento, por lo que todos aquellos que aspiren a una pensión pública generosa que se olviden, será pequeña, muy pequeña. Si recibir una pensión pública pequeña nos lo tomamos como el escenario más probable, lo que podemos hacer es planificar una pensión complementaria privada.

La planificación de la jubilación consiste en hacer un recorrido de cuatro pasos. El primer paso es fijar el objetivo, y como todo objetivo hemos de fijar un plazo y una cantidad. ¿Cuándo me jubilaré y qué cantidad necesitaré al año neta? Por ejemplo, planifico jubilarme a los 67 años y con un ingreso neto al año de 30.000 euros, de hoy, para tener una idea clara.

En segundo lugar, tengo que determinar con qué recursos contaré, por ejemplo, este es el momento de estimar cuál será la pensión pública que creo recibiré. Y si ya estoy ahorrando algo para la jubilación por mi cuenta, cuantificarlo también en términos de renta anual. Siguiendo con mi ejemplo, planteo que cotizo por la base de mínima, como sucede con el 87 por ciento de los autónomos, y eso me daría una pensión neta de unos 11.000 euros al año, y si estuviese aportando a un plan de pensiones los 1.500 euros máximos actuales, me sale que tendría unos ingresos de alrededor de 15.000 euros al año netos.

En tercer lugar, lo que tengo que calcular es cual es grado de realización, es decir, con lo que ya tengo hasta donde llego, y en este caso con 15.000 euros llego al 50 por ciento de lo que deseo.

Y por último el paso cuarto, que consistirá en planificar una solución para los 15.000 euros al año que me faltan, y eso se realiza con una estrategia de inversión, que en planificación financiera consiste en invertir de forma diversificada en los mercados financieros fijando un perfil de riesgo que me permita aportar lo menos posible y sacarle el máximo partido al mercado sin arriesgar el capital. Para esto lo recomendable es utilizar productos financieros que diversifiquen a nivel mundial, como pueden ser los planes de pensiones, los fondos de inversión o los seguros de ahorro-inversión.

La estrategia de inversión puede ser en forma de capital o en forma de aportación periódica de ahorro futuro, dependerá de la situación de cada persona.

¿Puedo quedarme sin pensión, o que no sea tan cuantiosa como ahora?

Es el escenario que nos planteamos desde la asociación. Especialmente a medio plazo para todos esos baby boomers que están próximos a la jubilación, sin olvidar que son una de las generaciones más numerosas en nuestro país, por lo que la presión sobre las arcas públicas para pagar todas estas pensiones será mayor que la actual. Si no queremos sobrecargar más aún en impuestos a las clases medias, habría que reestructurar el sistema de pensiones que tenemos ahora mismo o al menos las retribuciones, ya que en unos años pueden ser unos costes inasumibles para la población activa.

No hay que olvidar a los autónomos, ya que más del 87 por ciento de ellos cotiza la base mínima a la Seguridad Social, según un estudio reciente que hemos hecho, pudiendo cotizar mucho más, y luego se quedan con una pensión muy reducida en la jubilación y que, de no tenerse en cuenta, puede acarrearle problemas financieros a la hora de gestionar sus gastos futuros.

¿Recomienda invertir en productos financieros para asegurar una cantidad de dinero futura?

Sin duda alguna, pero hacerlo de forma inteligente, planificando, realizando los cuatro pasos explicados anteriormente. Nuestro consejo es que antes de ir a los intermediarios financieros para comprar un plan de pensiones o un fondo de inversión, que se pongan en contacto con un educador financiero y realicen primero la planificación.

Atención y cuidado con los seudo educadores o seudo planificadores, tratar de reconocer quienes son simplemente comerciales cuyo interés es vender un producto, y un profesional de la educación financiera y de la planificación financiera personal. Pedir su acreditación profesional y el contrato de prestación de servicios. Si el profesional que nos ofrece planificar la jubilación lo hace sin contrato, sin acreditación profesional y además gratis, es una simple propuesta comercial, nada más, y en el mercado español actualmente hay bastante de esto, sobre todo en las redes sociales.

¿Cómo puedo aprender hábitos para ahorrar más y que me sirva en el futuro cuando ya esté jubilado?

Lo ideal es empezar a formarse en educación financiera con la ayuda de un educador o contactar directamente con la AEPF. En nuestra web contamos con un programa de educación financiera básica llamado “Yowelfare”. Este programa es gratuito en la parte inicial, la que se dedica al ahorro, a cómo debe organizarse una persona para gestionar de forma óptima sus ingresos y su patrimonio. De forma sencilla, y apoyándonos en videos tutoriales explicados por educadores financieros certificados, el usuario recibe conocimientos y herramientas para gestionar sus ingresos en el día a día y maximizar el ahorro futuro.

Después el programa continuo con nuevos módulos, el módulo de protección, donde se enseña cómo proteger la familia antes los riesgos de pérdida de ingresos, el módulo de jubilación, donde se desarrollan los cuatro pasos mencionados en la primera pregunta de esta entrevista, el módulo de inversión, clave para tener los conocimientos mínimos para invertir de forma eficiente, y por último el módulo de endeudamiento, donde el usuario aprende a como pedir una hipoteca o un préstamo.

Este material y los educadores que lo explican en los videos cumplen con las normas técnicas de calidad 11.402 de educación financiera de los ciudadanos, un material muy diferente del que se ofrece en libros, video, talleres, o seminarios de profesionales aficionados a la educación financiera, o simplemente materiales de marketing para motivar la venta de productos.

Recomendaciones para no perder dinero durante la jubilación.

La primera recomendación es directa y clara, no rescatar el plan de pensiones de golpe, decisión que toman sobre todo muchos los trabajadores al jubilarse, y más abajo explicaré por qué.

Cuando una persona se jubila comienza una nueva etapa, el tiempo se organiza de forma diferente, pero las necesidades no cambian tanto como se pudiese pensar, porque el consumo de una persona en la jubilación siendo diferente en tipología, no lo es en cantidad, según los datos del INE se produce un efecto de “vasos comunicantes”, es decir, lo que dejo de consumir en unas cosas pasan al consumo de otras y el nivel de gastos viene siendo similar, es decir, no bajamos nuestro nivel de vida, es más, si pudiésemos económicamente lo subiríamos, porque tenemos más tiempo libre, podemos hacer más actividades de consumo.

A la jubilación lo que deberíamos hacer es una nueva planificación, o actualizar la que ya teníamos hasta ese momento, volver a realizar el presupuesto anual y mensual, volver a revisar los objetivos vitales, ¿qué planifico hacer en estos próximos años?, ¿cuándo me apetece hacerlo? ¿cuánto dinero necesitaré? El recorrido es siempre el mismo, primero identifico los objetivos, después veo con que recursos cuento y en tercer lugar decido como hacerlo, realizo las estrategias y las plasmo en mi plan financiero personal.

Cuando se trabaja las estrategias es cuando se trabaja la optimización de los recursos que he generado en vida laboral o profesional, la pensión publica, etc. Es en este momento cuando se decide de dónde se saca el dinero que necesito para el día a día y para realizar los nuevos objetivos en esta nueva etapa de mi vida. Haciéndolo así es como se optimiza el patrimonio personal, porque lo primero que se revisa es el fondo de emergencia, para atender extraordinarios relacionados con el consumo, el fondo de liquidez y reserva, para atender imprevistos mayores, y después los recursos que no se necesitan en el día a día se pueden invertir de forma eficiente y segura.

Si una persona cuando se jubila no planifica, puede cometer el error de sacar todo el plan del plan de pensiones de golpe y recibir una cantidad que se puede acercar a la mitad de lo tenía el día antes de reembolsarlo, porque los planes de pensiones se consideran fiscalmente rendimientos del trabajo, y como tal tributa por la escala ordinaria, que llega hasta el 45 por ciento del rendimiento.

Sin embargo, planificando el plan de pensiones puede ser el mayor aliado de un jubilado, el producto financiero más rentable y eficiente fiscalmente que haya contratado para la jubilación, el producto financiero más interesante para transmitir en herencia, porque está exento en el impuesto de sucesiones, y una fórmula de hacer pedagogía con los hijos al dejárselo para su jubilación en caso de que no lo necesitemos para nosotros.

¿Qué opina de los planes de pensiones de los bancos? ¿Es el futuro al que tenemos que agarrarnos?

Los bancos y las compañías de seguros tienen planes de pensiones muy buenos, menos buenos y malos, hay tal cantidad de oferta que lo importante es saber cómo valorar la oferta para poder elegir lo que me conviene, y esto se consigue con educación financiera.

Por ejemplo, hay dos parámetros que son fundamentales a la hora de contratar un plan de pensiones o un fondo de inversión, que es la rentabilidad esperada y el índice de referencia. Lo que el usuario debería buscar en el producto financiero es que el gestor consiga resultados mejores que su índice de referencia, porque si no lo consigue basta con comprar un plan de pensiones o fondo de inversión low cost, aquellos que invierten directamente en índices.

¿Cómo está la situación en comparación con otros países de Europa?

En prácticamente todos los países europeos, exceptuando algún caso concreto en países como Suecia donde se alarga hasta los 69 años, la mayoría de los países tiene la jubilación entre los 65 y los 67 años. Es una edad que al menos en Europa está bastante estandarizada. Esto no quita casos como el de Suecia que, aunque hay personas que se jubilarán con 69, también hay otras que lo pueden hacer a los 62, o el caso de Rusia que desde los 56 se puede acceder a una pensión pública y la edad oficial son los 61 años.

Recomendaciones para los autónomos y trabajadores más jóvenes en cuanto a la pensión del futuro.

Como he comentado antes, lo mejor que pueden hacer es mentalizarse de que no van a tener pensiones como las que hay ahora y que van a tener que recurrir en muchos casos al sector privado para complementar la jubilación. Con esto no quiero confirmar con una verdad absoluta que no va a haber pensiones o que van a ser demasiado bajas, pero los indicadores y las últimas acciones de los sucesivos gobiernos parecen ir por ese camino.

Comenzar a ahorrar desde muy temprano y destinar ese dinero a un producto financiero que a largo plazo nos dé un retorno considerable, es lo mejor que pueden hacer los jóvenes tanto si finalmente tienen una pensión con la que puedan vivir cómodamente o no. Y para lograrlo también es importante aprender a gestionarlo, porque el control de la inversión no debería delegarse.

¿Cree que puede subir también la edad de jubilación?

En nuestro país ya se subió en el 2011 hasta los 67 años, por lo que no es descabellado pensar que se haga de nuevo en un futuro. Hay que tener en cuenta muchas variables en este aspecto ya que, por ejemplo, no es lo mismo que se jubile antes personas que trabajan en el sector minero, en construcción o en trabajos físicos en general, con otros que requieren menos desgaste de nuestro cuerpo.

También hay que tener en cuenta que cada vez vivimos más años, por lo que también cada vez hay que pagar durante más tiempo a los pensionistas, y es una variable con la que tenemos que contar para el cálculo futuro de pensiones.

Responsable de Redes Sociales y redactora de TodoStartups
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