Nohelis Ruiz Arvelo, Especialista en Networking
Cuando una mujer tiene la oportunidad de liderar o hacerse cargo de un proyecto grande o equipo se torna de inspiración y desafío para otros poniendo todo el foco en lo que está trabajando y llevando a cabo.
El networking es un estilo de vida de mujeres exitosas que son más ágiles en el momento de conectar, más efectivas y eficaces, priorizando e ignorando las fronteras sin discriminar a la hora de crear una red de contactos, y más equilibradas inspirando a otras personas. Por lo tanto, el networking difiere de si lo hace un hombre o una mujer, puesto que las mujeres tienden a ser más participativas.
"Mantener la sensación de presencia siempre en la mente de los demás es el fin del networking”, afirma Nohelis Ruiz Arvelo, experta en networking y ahora estratega de redes de contacto a nivel tanto personal como corporativo. Lo hizo durante una entrevista en la plataforma digital BeDigital, junto a Ana Landeta, vicepresidenta de TodoStartups como entrevistadora, en una conversación acerca de “Liderazgo Femenino y Transformación digital: Tendencias del mercado networking”, donde presentó cómo funciona el networking y la diplomacia corporativa a grandes escalas y también el camino actual del desarrollo de talento y dones.
Nohelis Ruiz, especialista de Networking junto a Ana Landeta, vicepresidenta de TodoStartups
Según Ruiz, “el liderazgo femenino aunque sí que difiere del masculino, lo ve como un complemento”. Ambos son seres humanos líderes que se completan porque ellos también son necesarios para llegar a esos lugares. La necesidad de esa energía masculina para complementar proyectos reside en que la diversidad es rica y completa y no solo de género. La clave de esta sinergia es saber cuál es el rol de cada uno como persona, talento o directivo en la sociedad para que en las redes funcionen mejor, subrayó Ruiz.
Las mujeres en los equipos directivos son más comprometidas socialmente y con un estilo más participativo. La evolución de la presencia del sector femenino en el plano de networking ha sido inspiracional y exponencial. Una red femenina es una red como mujer empresarial y profesional con la capacidad para lograr alcanzar nuevos cargos y proyectos grandes. “Hay que ponerse en acción para que ese momento se vuelva exponencial y apoyarse en lo que otras han hecho”, indica Ruiz.
Para el incremento de la visibilidad, la práctica habitual del networking es esencial en el ámbito empresarial. Todo ello se basa en la construcción de una amplia red de contactos mediante encuentros tanto formales como informales, con el objetivo de generar oportunidades de negocio y laborales, así como nuevas líneas de comunicación para reforzar la imagen corporativa.
“El networking es una práctica que realizamos desde que existimos”, afirma Ruiz a través de la cual se construye una red profesional para la búsqueda y el desarrollo del talento. Las organizaciones exponenciales dedicadas al desarrollo y retención de estos dones se dedican a “trabajar desde la excelencia a la excelencia con algunos defectos” y no a buscar el fallo o el error en ese talento con la intención de repararlo, pues, según Ruiz, creadora de comités de recursos humanos, “si tú reparas el talento desde cualquier lugar, obtienes un empleado mediocre”.
La inmersión cultural y lingüística del networking es un intercambio que genera “riqueza intelectual, del ser y humana” que sorprende con riqueza material captando las habilidades profesionales más importantes del talento. Por esto, las Universidades se sustentan en ver seres humanos para potenciar el talento, la transformación digital y la diversión con una calidad juvenil.
La transformación digital se sostiene bajo tres pilares: la data aportada por la tecnología y se sustenta en ella como tal; la cultura corporativa y empresarial con flexibilidad y agilidad para que haya cambio e innovación apoyado en valores y éticas, y las personas y el talento, donde esta inmersa la cultura y es lo que se va a transmitir, pues las personas son quienes analizan, filtran y gestionan la data y también la relacionan para que sirva.
Las características de los nuevos modelos de transformación digital es la caída del sistema jerárquico para dar paso de una relación vertical a horizontal y hacerlo transversal. Ahora, se trabaja en grupos de redes o nodos de red y la relación es esférica con proyectos donde no existe arriba ni abajo sino conexiones de inteligencia entre unos y otros actuando como lideres de proyectos de equipos y a la vez en líderes de uno mismo. El crecimiento de este desarrollo de capacidades es mayor cuando se impulsa a nivel colectivo, sin buscar la individualidad en el mundo de los negocios.
En un contexto en el que las dificultades del mercado laboral para generar empleo han ido en aumento, la colaboración y la ayuda mutua pueden marcar la diferencia. El binomio humanización-tecnología significa que los seres humanos hacemos las máquinas con lo humano que ya somos; la solución es ir mas allá como humano. El pilar talento tiene una connotación muy fuerte y es aquí donde comienza una relación colaborativa entre las máquinas y las personas. En base a esta inteligencia colectiva que se trabaja en conjunto es donde va a verse brillar este talento.
Actualmente, las organizaciones son más planas e interconectadas, ya que los cambios son más rápidos que antes. Por eso, se necesita el concepto colaborativo con dotes de empatía, sensibilidad e inspiración asociadas con lo femenino a la hora de encontrar las mejores soluciones dentro de un equipo de trabajo.
La esencia del networking consiste en dar y recibir. El nacimiento de un liderazgo disruptor basado “en qué soy yo bueno” en un momento colaborativo en todos lo ámbitos es la clave para colaborar es que a alguno le sobre algo y que el otro tenga “expertise”. Colaborar es difícil, porque las plataformas colaborativas es que la gente se está endeudando; por eso, los dos ingredientes para colaborar como personas es dar aquello que me sobra y con lo que yo soy muy buena y lo pongo a disposición para hacer un crecimiento exponencial.
La vanguardia de la excelencia al fin y al cabo es una danza entre los seres humanos y las máquinas para generar la gran inteligencia colectiva sumado de varias inteligencia para poder enfrentarnos a la inteligencia artificial sin temor y codificándolo mejor.