Lo apuntó este jueves Paloma Cabrera, directora de Comunicación y Marketing de Accenture: “Influir en quienes influyen (en las empresa) es parte de nuestra responsabilidad” como directores de Comunicación. Idea corroborada por su colega Pilar Suárez-Inclán, dircom de Reale Seguros, quien recuerda que “antes debíamos transmitir el mensaje de la empresa pero ahora también hay que escuchar”.
Del nuevo rol de los dircoms se habló en la Semana Internacional de la Mujer que ha convocado la Fundación Woman,s Week en la sede de la Fundación Diario Madrid, que dedicó la primera parte de esta jornada a analizar los nuevos modelos de comunicación empresarial.
En la mesa ‘El dircom como gestor de valores’, que moderó Isabel Hidalgo, responsable de Comunicación de Fundación Másfamilia, Suárez-Inclán subrayó que los departamentos de comunicación de una compañía tienen como misión paralela, casi principal, la de “transmitir los valores” de aquella, “el adn de la empresa para que el público te conozca mejor”.
Eso sí, partiendo de la base de que una comunicación responsable, como a la que se aspira, “debe estar alineada con los valores de la empresa”, pues “lo que la empresa no aplica no tiene valor alguno”. Aspecto en el que incidió Cabrera, para quienes es ineludible que en el seno de la empresa haya una política interna clara, “no una mera declaración de intenciones” en este ámbito.
Aina Mauri, comunicadora externa de Novartis, incidió en este contexto para decir que los valores debe ser necesariamente suscritos por todos los empleados, como así ocurre en su propia compañía; valores que deben ser reforzados entre los empleados de una empresa habilitando, como en el caso de Accenture, señaló Cabrera, mecanismos y herramientas que favorezcan el cumplimiento de dichos valores, como canales para denunciar su incumplimiento o potenciado la formación en ellos.
En este punto, las tres responsables de Comunicación coincidieron en el papel relevante de un dircom en el seno de una empresa, en lo que tiene de asesoría y liderazgo, en la necesidad de que tal liderazgo “sea compartido” entre la dirección y el responsable de la comunicación, como apuntó Suárez-Inclán, pues, abundó Mauri, “siendo influyentes somos también garantes de la reputación de la empresa”.