Clemente González Soler junto a sus hijas María e Inmaculada González Armero, recogiendo el Premio Familia Empresaria del Año 2018, este lunes en Madrid. | FOTOS: Alberto Orellana
La Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) ha concedido en su primera edición el Premio Familia Empresaria del Año 2018 a la familia de Clemente González Soler, propietaria del Grupo Alibérico, la empresa industrial y tecnológica afincada en Madrid que fabrica productos semitransformados del aluminio y que es considerada el primer grupo familiar español y europeo dentro de este sector industrial. La asociación otorgó además otros dos reconocimientos especiales por su innovación y apoyo al emprendimiento a Carto y al proyecto Google Campus Madrid, respectivamente.
El auditorio de la Casa de América de Madrid acogió este lunes la primera entrega de los premios establecidos por ADEFAM, patrocinados por el Banco Santander y con el apoyo del Instituto de la Empresa Familiar. El galardón nace con la vocación de dar visibilidad a la importante labor que desarrollan las familias empresarias para concebir y gestionar proyectos que miran a largo plazo y constituyen el principal motor de empleo, crecimiento y estabilidad en nuestra sociedad. Una "gran oportunidad para poner en valor la figura de éxito de alguien como empresario y como persona", defendió Alberto Zoilo Álvare, presidente de ADEFAM.
Y para ello "aquí tenemos a la figura de Clemente González Soler, referente en la industria transformadora del aluminio" prosiguió Zoilo. "La historia de Alibérico es sobre todo una historia de ilusión y de un equipo, la familia", destacó. Un grupo (Clemente, su mujer María José Armero y sus hijas Inmaculada y María) que siempre "ha respaldado las decisiones necesarias en cada momento para llegar a donde está el grupo empresarial", añadió.
Foto general de los premiados durante el evento celebrado en la Casa de América de Madrid, con Clemente González Soler entre sus hijas (centro) y los premiados especiales José de la Torre (CEO de Carto) y Sofía Benjumea (directora de Campus Madrid) a la derecha. | FOTO: Alberto Orellana
"Gracias al jurado y a ADEFAM por habernos concedido este premio ya que es muy importante reconocer a las empresas y familias en la sociedad en que vivimos", aportó Clemente González Soler, momentos antes de recibir el galardón. "Gracias a aquellos que han creído en nosotros desde el principio", continuó. También agradeció al "equipo que ha hecho posible la realidad del día a día de Alibérico" y esas 1.200 personas que, como se dijo, "están alineadas en objetivos y valores". "A base de esfuerzo, trabajo e ilusión conseguimos todos nuestros objetivos" destacó.
El fundador y presidente del Grupo Alibérico también dedicó un momento más emotivo al reconocer especialmente el aporte de su mujer, María José Armero, quien no estuvo presente en el acto.
"Hoy María José no puede estar aquí" porque sufrió un accidente hace unas semanas, por lo que "se recupera de una operación muy grande y está en cama", detalló. "Hoy le hubiera encantado estar aquí, y a ella es a la primera a quien tengo que dar las gracias, porque ella ha sido el corazón, el alma y el motor de esta familia", dijo sin apenas poder contener las lágrimas. "A ella le debemos mucho", zanjó.
También agradeció el papel que han cumplido y todavía cumplen sus hijas, Inmaculada y María, a quienes admitió llamar "cuando tuve problemas". "Vinieron en los momentos difíciles", resaltó González Soler.
Palabras de Clemente González Soler antes de recoger el galardón.
Para Zoilo, esta familia, con su "presencia, trabajo, consuelo y respaldo incondicional", ha creado "ese soporte emocional, esa malla de confianza y fortaleza que es el rasgo distintivo de los equipos" que salen al terreno de juego "con vocación de emprendedor", desarrolló. La semilla de un emporio empresarial que hoy tiene 35 sociedades con 17 fábricas en 4 continentes del mundo.
"Creo que todos lo tenemos claro. Nosotros no somos empresarios asecas" terminó Zoilo. "Somos empresarios familiares, y reivindicamos con orgullo estos dos términos: Empresa y familia". Y a esa capacidad visionaria y emprendedora que evocan las palabras empresa y empresario,"hay que unir la fuerza emocional que nos proporciona pertenecer a una familia", señaló el presidente de ADEFAM.
Un núcleo que, "con todas sus particularidades y variaciones a lo largo de la historia" sigue siendo la "institución vertebral" de la sociedad. En la mayoría de los casos "supone la única plataforma de seguridad y protección para sus miembros", y en ella tiene lugar "la transmisión de valores y educación que nos forma como personas", abundó.
Al acto de entrega de premios asistió, entre otros invitados, el director general del Grupo que conforman el Centro de Estudios Financieros (CEF.-) y la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA) y presidente de TodoStartups, Arturo de las Heras.