Conseguir inversores para una idea de negocio es una de las partes más difíciles para todo emprendedor. Y es que a pesar de la creencia férrea en que el negocio va a funcionar, hacer que otros crean lo mismo no es tan fácil como parece. El emprendedor debe presentarse delante de una audiencia con mucha experiencia, con interés o no en invertir en una startup y saber llevarles donde tienen que estar, saber convencerles de que la empresa tiene potencial, que tiene futuro, que merece la pena. Esta presentación, ya sea formal o informal, conlleva de una planificación previa, de pensar, de estructurar las ideas, de confeccionar un discurso que cale en los inversores y que les llame la atención para que así inviertan en el negocio. En este artículo se abordan los pasos a seguir para hacer esta presentación para que los inversores estén encantados con la startup y que pongan su granito de arena para su desarrollo o expansión.
Antes de comenzar a elaborar la presentación, es fundamental realizar una investigación exhaustiva sobre los inversores a los que se va a dirigir. Es necesario comprender su enfoque, intereses y experiencias previas. Esta información permitirá adaptar la presentación para enfocarse en los aspectos que sean más relevantes para cada inversionista potencial. Y es que no es lo mismo vender una idea a un idealista que a uno que es más práctico y funcional. Hay que saber delante de qué personas se está para así poder cautivarles adecuadamente.
Una presentación bien estructurada es clave para mantener el interés y la atención de los inversores. Hay diversas propuestas de guión para hacer esta presentación, pero la más común sería la siguiente:
a) Introducción: Hay que comenzar presentándose y presentando al equipo, destacando sus habilidades y experiencia relevante.
b) Problema: El emprendedor debe explicar claramente el problema que la startup está resolviendo y por qué es importante.
c) Solución: Se debe describir cómo el producto o servicio de la startup aborda de manera efectiva ese problema, resaltando su propuesta de valor única.
d) Mercado: Es el momento de analizar el tamaño y las oportunidades de crecimiento del mercado en el que se encuentra la startup, respaldando las afirmaciones que se hacen con datos y estadísticas relevantes.
e) Modelo de negocio: Hay que detallar cómo la startup generará ingresos y cuál es su estrategia de monetización.
f) Competencia: Se debe saber identificar a los competidores directos e indirectos, y destacando las ventajas competitivas de la startup.
g) Progreso y logros: No hay que olvidar resaltar los hitos alcanzados hasta el momento, como métricas clave, clientes adquiridos o premios recibidos.
h) Estrategia de crecimiento: El inversor debe saber también cómo se planea escalar la startup y lograr una mayor tracción en el mercado.
i) Equipo: Hay que destacar las habilidades y la experiencia del equipo fundador, así como los miembros clave del equipo que respaldan la visión de la startup.
j) Propuesta de inversión: Se deben presentar claramente tus necesidades de financiamiento y cómo se utilizarán los fondos.
k) Cierre: La conclusión debe de ser persuasiva a la vez que resumir todo lo que se ha expuesto anteriormente, dejando un poco de tiempo para preguntas y respuestas.
Hay que utilizar un diseño visual atractivo y profesional para respaldar la presentación. Así, se debe evitar el exceso de texto y apoyarse en gráficos, imágenes y vídeos de manera estratégica para transmitir información de manera visualmente impactante.
El emprendedor no debe de ir a una presentación sin haberla practicado previamente. Este paso es vital porque así se familiariza con el contenido y se asegura de que funciona y fluye de manera natural. Para ello, el emprendedor debe realizar esta exposición alguna vez delante de un grupo de personas que actúen de inversores y que sean capaces de darle feedback para así aprender de los errores.
En el día de la presentación, hay que asegurarse de llegar con anticipación y configurar adecuadamente el equipo audiovisual. Es importante mantener la calma, proyectar confianza y mostrar entusiasmo por el proyecto. También hay que prestar atención a las reacciones de los inversores durante la presentación y adapta el enfoque si es necesario.
Con estos pasos sencillos se podrá realizar una presentación de diez que sea capaz de convencer a los inversores de que la idea de negocio es válida y viable. Solo se requiere de mucha preparación y planificación, fluidez a la hora de presentarla, y mucha confianza en el proyecto. No hay que olvidar que el momento de la presentación es crucial para conseguir inversores y que la forma en que se presenta el emprendedor va a calar en la imagen que tienen de él, así que hay que optar por ropa y complementos clásicos, los típicos de los ejecutivos de negocios.
