Uno de los momentos más temidos pero a la vez más emocionantes para un emprendedor es la de presentar su idea de negocio a un grupo de inversores. La parte dura, la de crear la startup, ya ha pasado. Ahora toca el turno de conseguir financiación y no sólo basta con un préstamo personal, sino que se necesita mucho más. El emprendedor por tanto se ha puesto manos a la obra para poder reunir a un grupo de inversores que pueden creer en su negocio y sólo tiene que convencerles para que pongan su granito de arena. Pero esa tarea es tan fácil como parece. El emprendedor tiene que hacer un pitch deck convincente y bien estructurado para así hacer saber a todos los inversores las razones por las que es buena idea invertir en su negocio. Y ese paso se puede organizar de una manera que no sea tan difícil de abordar. En este artículo se presentan los pasos a seguir para poder elaborar un buen pitch deck y convencer a los inversores de invertir en la startup.
Pensar y organizar las ideas
Antes de nada, hay que saber qué es lo que hay que poner. Cuáles son las fortalezas del negocio a destacar y todo ello también dependerá del tipo de inversor que se encuentre delante, ya que a algunos les llamará más la atención una parte de la empresa y a otros otra. Así que hay que ponerse delante de un folio en blanco y darle a la cabeza para poder sacar a la luz todas esas ideas geniales que se han tenido para hacer la startup y explicarlas de manera clara.
Introducción y resumen ejecutivo
Cuando ya se tiene todo claro, hay que comenzar el pitch deck con una introducción clara y concisa de la startup. Hay que incluir una visión general de la empresa, su misión y el problema que resuelve en el mercado. Por supuesto, hay que intentar captar la atención del lector desde el principio y destacar los puntos clave de la propuesta de valor.
Equipo fundador y experiencia
El siguiente paso es presentar al equipo fundador de la startup, resaltando sus logros, experiencia relevante y habilidades clave. Los inversores buscan equipos sólidos y capacitados para llevar adelante el negocio, así que es importante transmitir confianza en este apartado.
Análisis de mercado y oportunidad
Hay que realizar un análisis exhaustivo del mercado en el que operará la startup. De esta manera, se identifica el tamaño del mercado, las tendencias actuales y las oportunidades de crecimiento. Es el momento de destacar las necesidades no satisfechas y cómo el producto o servicio que ofrece la startup las abordará de manera innovadora y efectiva.
Propuesta de valor y modelo de negocio
A continuación, hay que explicar claramente cuál es la propuesta de valor única de la startup y cómo podrá generar ingresos. El emprendedor tiene que describir el modelo de negocio, cómo planea monetizar la idea. Para ello, es interesante hacer uso de gráficos o diagramas para hacer más comprensible la información clave.
Producto o servicio
Para un pitch deck efectivo, hay que destacar y detallar las características y beneficios del producto o servicio. Así, hay que mostrar cómo se diferencia de la competencia y cómo satisface las necesidades de los clientes. Si es posible, es interesante incluir ejemplos visuales o demostraciones para respaldar las afirmaciones.
Estrategia de marketing y ventas
Está claro que una de las partes más importantes de la startup es cómo se va a vender al mercado y cómo se va a dar a conocer. Aquí es donde entra en juego el marketing. En este apartado hay que explicar cómo se planea llevar el producto o servicio al mercado y las herramientas que se utilizarán para conseguir clientes. Toca el turno de describir las estrategias de marketing y ventas, así como los canales de distribución que se utilizarán. Hay que demostrar que se tiene un enfoque claro y efectivo para alcanzar y retener al público objetivo.
Desarrollo e hitos logrados
Los inversores también tienen que conocer los hitos y logros que se han alcanzado hasta el momento. Esto puede incluir hitos financieros, adquisición de clientes destacados, alianzas estratégicas, premios u otros reconocimientos relevantes. Estos logros demuestran que el negocio tiene el potencial de crecer y tener éxito.
Análisis financiero y proyecciones
Los inversores quieren saber dónde meten su dinero y saber que es un negocio en toda regla. Por eso, en la pitch deck también hay que presentar un análisis financiero sólido y realista de la startup. Aquí hay que incluir datos como ingresos proyectados, gastos, márgenes brutos y netos, así como cualquier otro indicador financiero relevante. Los inversores querrán ver que el negocio es viable y tiene el potencial de generar ganancias.
Competencia y ventaja competitiva
Hay que analizar a los competidores directos e indirectos y resaltar la ventaja competitiva de la startup. No hay que olvidar explicar cómo la startup se posiciona en el mercado y por qué es única y mejor que la competencia. Es importante mostrar cómo se ha estudiado el mercado y cómo se diferencia la startup del resto para captar una cuota de mercado significativa.
Cierre y llamado a la acción
La conclusión debe ser como en las fiestas del pueblo, que acaban con una buena traca de petardos o un buen castillo de fuegos artificiales. Hay que hacer un cierre convincente y llamativo, que capte la atención de los inversores para así participar en la siguiente etapa, ya sea una reunión, una presentación en persona o una solicitud de financiamiento. Hay que dejar claro cuáles son los próximos pasos y cómo pueden ponerse en contacto con el emprendedor.
Está claro que hacer un buen pitch deck requiere tiempo y esfuerzo, unos días de pensar y planificar, organizar y saber qué es lo que hay que poner y cómo ponerlo para que resulte convincente y se consiga esa inversión necesaria para el desarrollo de la startup. Pero con estos pasos a seguir se podrá hacer más sencilla esa tarea que todos los emprendedores han tenido que pasar alguna vez en su vida.