En la batalla por la sostenibilidad todos somos guerreros. Todos tenemos que aportar algo. Es verdad que algunas gestas tienen más visibilidad que otras, pero el más pequeño logro dirigido a mejorar el futuro del planeta es esencial. Y la única forma de conseguir la victoria es estar unidos y focalizar nuestros esfuerzos en el objetivo.
A nivel institucional, la Unión Europea está promoviendo una regulación que impulse la descarbonización de la economía a 2050, el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. La trasposición de esa normativa a la legislación de los diferentes estados impone decisiones que afectan directamente al sector privado y también a los ciudadanos. La más reciente es la normativa sobre plástico desechable que entró en vigor el pasado 1 de enero, y que grava a las empresas con un impuesto de 0,45 euros por cada kilo de plástico no reutilizable utilizado. Algo que acaba repercutiendo en el precio de los productos que compran los consumidores.
Precisamente, este año el lema del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, es ‘Sin contaminación por plásticos’. Sin duda, es vital reducir la producción y uso de este material que tanto tarda en degradarse y tanto daño está haciendo a los ecosistemas. Todos los actores de la sociedad civil deben reducir, reciclar y reutilizar el plástico, cada uno según sus propias posibilidades. Desde el uso doméstico hasta el impulso de la economía circular en las empresas.
Existen muchas formas de contribuir al desarrollo sostenible, pero la clave está en integrar esta prioridad en la esencia de los negocios. De todos los tamaños y sectores. En el ecosistema de emprendimiento existen interesantes iniciativas que son “nativas sostenibles”, es decir, que se han creado ya sobre la base de los principios de sostenibilidad. Hoy, desde ComBoca queremos destacar estos cinco ejemplos de startups que se esfuerzan por defender un futuro mejor para el planeta.
La startup española QuickSmile es la primera marca de ortodoncia invisible que se ha comprometido a compensar su uso intensivo de plástico, imprescindible para fabricar sus alineadores dentales, recogiendo cada año 1.200 Kg de residuos plásticos del Mar Mediterráneo. Para ello, ha llegado a un acuerdo con Gravity Wave, empresa de emprendimiento social que se dedica precisamente a este fin, a través de su proyecto 'Plastic Free Oceans'.
Además, la compañía eligió como material para fabricar sus alineadores un polietileno PET-G que es fácilmente fundible y reutilizable, frente a los de la principal marca del sector, producidos con un poliuretano que no se puede fundir ni reutilizar. Al ser plástico de uso sanitario, su reciclaje ha de realizarse a través de gestores de residuos especializados. Por ello, su gran reto es implantar un sistema de recogida, a través de sus clínicas dentales colaboradoras, para garantizar que los alineadores desechados lleguen al lugar adecuado para darles una segunda vida.
La empresa social AUARA comercializa agua mineral e invierte todos sus dividendos en llevar agua potable a poblaciones de países en vías de desarrollo que carecen de ella. Sus botellas son de plástico rPET 100% reciclado y reciclable, que permite dar una segunda vida al que ya existe en el planeta y reducir su impacto ambiental. La fabricación de este plástico tiene un 16% menos de emisiones de CO2 que el PET virgen, y un 84% menos que el vidrio. Además, frente a los envases multicapa con cartón, aluminio y plástico, se pueden volver a convertir en nuevas botellas. Desde su nacimiento en 2016, la compañía ha reciclado el equivalente a 19 millones de botellas.
Por otro lado, a través de su iniciativa CIRCUS by AUARA, la empresa propone la circularidad de las botellas que se consumen en las oficinas de sus clientes corporativos. Las recogen, las reciclan y las convierten en nuevas botellas. Sólo el pasado año recogieron y dieron una segunda vida a 250.000 botellas por esta vía.
La red de emprendedores con impacto Impact Hub Madrid, pionera en el sector del coworking en España, lleva dos años consecutivos obteniendo la certificación Cero CO2 de compensación de emisiones otorgado por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES). En 2021, las actividades llevadas a cabo y los eventos celebrados en sus seis espacios de coworking de la capital, generaron 4,12 toneladas de CO2, lo que supuso una reducción del 62,6% respecto a 2020. Y estas emisiones fueron compensadas mediante su participación en un programa de conservación de la Amazonía en Perú.
Toda la energía consumida en sus espacios procede de fuentes 100% renovables, además de disponer de sistemas de iluminación y climatización inteligentes y de bajo consumo. De esta forma no sólo reduce su propia huella ambiental, sino también la de las empresas que se instalan en ellos. La compañía cuenta con la certificación B Corp que la acredita como empresa sostenible y regenerativa.
La plataforma de viajes Evaneos está especializada en un modelo de turismo basado en viajes personalizados, diseñados a medida del usuario pero, sobre todo, más responsables con el planeta. Huyen del turismo de masas y apuestan por experiencias auténticas, ofrecidas a través de los guías locales, sin intermediarios. La gestión directa con agencias del propio territorio es una forma de impulsar las economías locales, ya que más del 80% del coste de un viaje contratado va a parar directamente a ellas.
Evaneos cuenta con un fondo denominado Better Trips, al que destina una parte de los fondos recaudados por cada viaje vendido, y que dedica a compensar sus emisiones de CO2 invirtiendo en proyectos certificados. Tiene la certificación B Corp, y ayuda a las agencias asociadas a conseguir su propia certificación de turismo sostenible, además de promover el emprendimiento femenino en el sector como vía de generación de empleo y riqueza en los destinos.
La fintech de asesoramiento financiero independiente Micappital decidió en 2021 lanzar su servicio Micappital ECO como una herramienta para que los pequeños y medianos ahorradores puedan conseguir un impacto positivo con su dinero y contribuir a mejorar el mundo. Además de obtener rentabilidad, estos ahorradores pueden apoyar a empresas y proyectos que se dedican a proteger el planeta, invirtiendo en fondos de sectores como las energías renovables, la salud, el agua, el clima o la biotecnología.
A través de su app, el inversor puede comprobar la evolución de su cartera y también el impacto real que está consiguiendo con sus ahorros, de acuerdo con los 17 ODS de Naciones Unidas. Esto resulta enormemente motivador para el ahorrador, pues es la forma de hacer tangibles los resultados de su apuesta por mejorar el mundo. Micappital también cuenta con la certificación B Corp.
Estos emprendedores nos permiten tener esperanza en que otro futuro es posible.