Cuando se pone en marcha una startup, se tienen que dar muchos pasos. Primero es tener una idea, pero después hay que desarrollarla, rodearse de un buen equipo, conseguir la financiación y establecer unos objetivos coherentes. Todo ello requiere de una planificación estratégica, lo que significa pensar por adelantado en todo lo que puede pasar. Una parte fundamental de este paso es realizar un buen análisis de la competencia. Y es que comprender el panorama competitivo en el que operará la empresa es fundamental para identificar oportunidades, evaluar riesgos y desarrollar estrategias efectivas. En este artículo, se explicarán los pasos clave para realizar un análisis de competencia exhaustivo para una startup.
En primer lugar, es importante definir quiénes son los competidores directos e indirectos. Los competidores directos son aquellos que ofrecen productos o servicios similares a los que ofrece la startup y que atienden a la misma base de clientes. Los competidores indirectos, por otro lado, pueden satisfacer necesidades similares a través de productos o servicios diferentes. Identificar tanto a los competidores directos como a los indirectos dará una visión completa del mercado en el que se encuentra la empresa.
El siguiente paso sería el de recopilar información relevante sobre ellos. Esto puede incluir datos como su modelo de negocio, precios, estrategias de marketing, fortalezas y debilidades, entre otros aspectos relevantes. Se puede utilizar una combinación de investigación online, entrevistas, encuestas y análisis de datos para recopilar esta información. Además, habría que considerar la posibilidad de evaluar también su presencia en redes sociales, su reputación online y cualquier otro indicador relevante para la industria.
También es importante analizar la información recopilada para identificar las fortalezas y debilidades de los competidores. Esto permitirá comprender mejor cómo se posicionan en el mercado y qué aspectos podrían representar oportunidades o amenazas para la startup. Algunas áreas clave a considerar incluyen la calidad de sus productos o servicios, su enfoque de atención al cliente, su estrategia de precios y su capacidad de innovación.
Una herramienta útil para organizar y visualizar la información recopilada es la matriz de análisis de competencia. En esta matriz, se pueden listar a los competidores en las filas y las características relevantes en las columnas. A continuación habría que calificar a cada competidor en función de cómo se desempeña en cada una de las características. Esto ayudará al emprendedor a identificar rápidamente las áreas en las que su startup puede destacar y aquellas en las que necesita mejorar para ganar ventaja competitiva.
Además de analizar las fortalezas y debilidades de los competidores, también es importante evaluar las oportunidades y amenazas que enfrenta la startup en el mercado. Por tanto, el emprendedor debe preguntarse si existen barreras de entrada significativas, sin hay tendencias o cambios en la industria que puedan afectar al negocio y cuáles son las expectativas y preferencias de los clientes en relación con tus productos o servicios. Al contestar a estas preguntas, el emprendedor tendrá una visión más general del entorno competitivo y le permitirá desarrollar estrategias adecuadas.
Tampoco hay que olvidar que el análisis de competencia es un proceso continuo. El mercado y los competidores de una startup pueden cambiar con el tiempo, por lo que es importante mantenerse actualizado y ajustar el análisis en consecuencia. Hay que estar atento a todas las nuevas tendencias, tecnologías emergentes y cambios en el comportamiento del consumidor para asegurarse de que la startup siga siendo relevante y competitiva.
El análisis de competencia es, por tanto, una de las partes fundamentales para poner en marcha una startup, y para llevarla al nivel que quiere el emprendedor. Y es que de la competencia se aprende mucho, y hay que superarla en muchos aspectos, y para eso, las ideas del emprendedor para mejorar lo que ya se encuentra en el mercado es clave.