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Carmelo Gayubo responde al teléfono trabajando "con normalidad" entre reuniones que, tras la medida de aislamiento, son únicamente por teléfono o Internet. Como CEO de la plataforma de traducción Blarlo reconoce que el teletrabajo, que tan abruptamente ha invadido la realidad de muchas empresa en España, no es nada nuevo para su startup. La digitalización, la gestión en la nube y la descentralización de los empleados y el control de los proyectos, son algunas de las claves.
¿Qué se entiende en Blarlo por teletrabajo? ¿Difiere de lo que suelen hacer?
Tal y como estamos estructurados, nuestra gran fuerza de producción siempre es desde el teletrabajo. Porque los más de 4.000 traductores profesionales que tenemos están ubicados en más de 100 países diferentes. Siempre teletrabajan y todas su traducciones se hacen a través de tecnología. Nuestra gran fuerza productiva siempre teletrabaja.
Toda la parte de traducción son freelance, excepto los jefes de equipo, que también son traductores profesionales pero que son internos. Ellos gestionan los proyectos de los clientes y se coordinan con los traductores. También se encargan de cumplir todos los requisitos de los clientes; a veces traducimos a 20 o 30 idiomas y se ocupan de respetar las especificaciones del cliente con los traductores en cualquier parte del mundo.
¿Este tipo de trabajadores freelance se está adaptando mejor que aquellos en plantilla, desde un punto de vista profesional, a la situación que ha provocado el coronavirus?
Sí, ten en cuenta que desde que nacimos ellos siempre han trabajado en nuestra plataforma. Todo lo que traducen lo hacen conectándose a ella. Nuestra plataforma está en la nube, pero es cierto que el sector de la traducción profesional está muy acostumbrado a trabajar como freelance porque trabajan para diferentes proyectos.
Y luego cada vez más, aunque a veces les cuesta, también se adaptan a nuestra tecnología. Esto nos da muchísimas ventajas que luego trasladamos a los clientes. Nos permite ver el grado de avance que hay en cada proyecto, si vamos a ser capaces de llegar a las entregas con los clientes... Controlar la calidad del trabajo de manera online.
Desde que creamos la compañía, tenemos muchos traductores profesionales que trabajan desde las Islas Canarias o las Seychelles. Gente a la que siempre he imaginado trabajando en la playa .
¿Qué elementos hacen posible el teletrabajo en Blarlo?
Para nosotros la clave es que todos nuestros procesos estén digitalizados y gestionados mediante tecnología. Está todo en la nube. Nacimos así, con lo cual al final es muy sencillo. En cualquier caso, nosotros no dejamos de ser una startup. Es decir, somos una compañía muy plana, y si estuvieses en nuestras oficinas verías que son totalmente abiertas. Y desde yo, como CEO, hasta cualquier jefe de equipo estamos en el mismo espacio. Siempre nos comunicamos mediante tecnología pero normalmente estamos allí.
Esto ha permitido que nosotros ya hubiéramos decidido teletrabajar antes de que el Gobierno diese la orden de hacerlo a todos los que pudieran. Es más, yo me fui a México hace semana y media ya previendo la situación y qué necesitábamos para teletrabajar. Y era tan sencillo como comprobar con Telefónica si el teléfono de la oficina se podía desviar, porque el resto ya estábamos preparados para trabajar.
Blarlo tiene trabajadores tanto en China, epicentro del virus, como en Italia y España, principales focos de expansión en Europa. ¿Cómo han visto la adaptación de los trabajadores, tanto freelance como los que no, del país oriental y su efecto en el rendimiento en la empresa? ¿Y en Italia y España?
Principalmente lo han vivido todo con una preocupación bastante personal. Al final, igual que en España hemos tenido que tomar medidas complejas y drásticas, ellos lo han vivido, y lo siguen viviendo, con una preocupación personal sobre todo. Pero afortunadamente no han tenido que variar en la mayoría de los casos su forma de trabajar, por lo menos en lo que trabajan con nosotros.
El rendimiento profesional no se ha visto afectado, en nuestro caso al menos, porque ellos siempre han trabajado desde sus casas en nuestra plataforma. Y nuestra plataforma siempre ha estado operativa.
¿Cómo ha afectado esta crisis sanitaria a la reciente llegada de Blarlo a Barcelona? ¿Cómo la están gestionando?
Igual es demasiado pronto para pronunciarse. Inicialmente teníamos el equipo allí y ahora están trabajando desde sus casas. Teníamos una serie de clientes importantes, por el entorno de startups internacional que hay en Barcelona, y de momento la verdad es que tampoco es que nos haya perjudicado.
Además de eso tenemos otra característica, y es que al 90% de nuestros clientes no los conocemos físicamente. Siempre hemos teletrabajado con ellos y las comunicaciones siempre han sido electrónicas. No los conocemos ni cuando les hemos captado. Les hacemos las propuestas, garantizamos el trabajo y nos ponemos a ello.
Realmente es bastante sencillo. No los conocemos físicamente en el 90% de los casos. Uno de nuestros primeros grandes clientes, de Barcelona, que después de dos años trabajando con él vino a Madrid y quiso venir a visitarnos para conocernos en persona. Por eso también ahora seguimos recibiendo peticiones porque la parte física con nuestros clientes tiene muy poco peso.
Como empresa de traducción, ¿han visto un aumento en su demanda de traducción de documentos o información relacionada con el virus?
Nosotros lo que no hemos notado ha sido descenso en el nivel del trabajo. Muchas empresas para las que trabajamos son internacionales y sí que hemos tenido que traducir algunos de sus planes de actuación y gestión de los empleados. Para que pudieran difundir a nivel internacional cómo van a funcionar durante esta crisis.
¿Tienen algo las startups que no tengan otras grandes compañías, que parece que lo están afrontando peor para implementar el teletrabajo?
Depende un poco del sector en que se mueva la startup, pero en el de la tecnología, aquellas que se hayan creado en los últimos dos o tres años, sí. Porque todas tenemos todos nuestros procesos en la nube, digitalizados, y usamos herramientas para nuestra gestión como Trello que son totalmente digitales. Las empresas con una historia más grande y una procesos heredados y más antiguos, que no están tan digitalizados o accesibles desde cualquier punto… lo tienen más difícil. Nosotros estamos accesibles 100% en cualquier momento.
Sin duda las startups, sobre todo las de servicios y temas de tecnología, lo tenemos bastante más sencillo.
¿Qué consejo daría a quienes estén implementando el teletrabajo, tanto a nivel empresarial como individual, pero que habitualmente no lo practican?
Al final, aparte del teletrabajo, nosotros tenemos otra parte complicada que es la certificación de nuestros traductores. A los que tampoco hemos visto físicamente nunca. Para ello lo que hacemos es básicamente darles las herramientas ágiles y productivas para que puedan trabajar y que nos permita tener el control del proceso.
Porque nosotros somos responsables ante el cliente y necesitamos saber exactamente todo lo que está pasando. Y nuestras herramientas nos lo permiten. Si eres capaz de digitalizar todo eso, realmente el valor es mucho mayor el que te ofrece la persona que está en su casa que en la oficina.
Para nosotros concretamente tiene mucho más valor disponer de un traductor inglés en Inglaterra que si está en España. Si lleva 20 años aquí está bien, pero sino no están tan en contacto con la cultura ni la actualidad allí, algo que muchas veces tiene gran valor para nuestro cliente.