Manuel Bruscas, líder de productos y visión de Qustodio, este martes en Madrid. | FOTOS: Alberto Orellana
Los adolescentes de entre 12 y 17 años dedican 4 horas y media más al año a conectarse a Internet fuera de clase que a horas lectivas. La alta presencia de smartphones en los hogares españoles y la adicción al móvil que admiten un tercio de los propios padres explican una parte de este paradójico uso que hacemos de Internet. Los mayores admiten pasar menos tiempo con sus hijos, pero todavía no consideran una prioridad la actividad de su prole en la red. Son datos del informe de Qustodio, presentado este martes en Madrid.
El estudio de esta plataforma de seguridad digital y control parental para hogares lleva el título "Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales". En él, aseguran, han logrado extraer una "sólida radiografía" sobre el uso que hace de Internet una familia española media. El objetivo es "cuidar la vida digital de nuestros hijos", ha señalado Manuel Bruscas, padre, y líder de productos y visión de Qustodio. Alrededor de 1.200 entrevistas en España, Estados Unidos y Reino Unido reflejan un escaso bienestar.
Al menos, si hablamos de nuestra actividad online. Casi cuatro de cada diez de padres confiesan ser adictos al smartphone. Por ello no debieran sorprender las cifras de los niños: pasan 2 horas y 24 minutos diarios frente a la pantalla. Y cerca de un 30% admite superar las 3 horas conectados. Los padres 3,2 horas. Así tampoco extraña que los adultos admitan no dedicar tiempo suficiente a sus descendientes, aunque sea por el trabajo (16%). Canarias y Murcia lideran el consumo de móvil adolescente. Cantabria y La Rioja, lo cierran.
Para Bruscas, la distribución geográfica de este hábito excesivo se debe a varios factores. Entre ellos la edad de los padres (más común entre los que tienen de 26 a 34 años) y la gestión del "teletrabajo", ha señalado. Para él es importante no dar acceso a Internet a los niños "sin acompañarles" por dedicarnos a tareas profesionales en casa. El mensaje que le damos a nuestros hijos es: "me importas, pero entretente solo", ha advertido.
Y lo paradójico es que, según el estudio, los padres españoles son especialmente estrictos (muchos, más bien quieren serlo) con el tiempo que pasan conectados. El 56% admite ser más estrictos con este aspecto al criar a sus hijos, junto con las tareas escolares y del hogar. Y, sin embargo, la mayoría se considera más flexibles que los americanos o británicos (un 63% frente a un 53%). En España, los padres dan más importancia a que los hijos tengan mayor "autonomía", según los datos de la encuesta.
Y claro, encima se trata de padres que mayormente ven los smartphones como un "complemento" que sobre todo les "aísla" de los demás. Esto choca con sus hijos, nativos digitales, que ven el móvil como una herramienta para "conectarse con el mundo entero". Unos no pueden evitar la nostalgia del "mundo off", con el que se comparan en su adaptación al entorno tecnológico. Los otros simplemente no ven otro mundo que el "on". Pero Bruscas advierte de que por muy nativos que sean "no saben qué está bien o mal".
Por ello ha instado a los padres a aconsejarles y preocuparse por su "dieta digital". Casi siete de cada diez no sabría mencionar una marca o app de bienestar digital. Y cerca de un 50% de las familias españolas no conoce ninguna herramienta de control parental. Establecer listas blancas y negras para sortear páginas indebidas, o monitorizar su tiempo y búsquedas en la red. Éstas son algunas de las pautas de Bruscas para controlar y conocer su experiencia digital, en la que deben estar presentes.
Los padres deben fomentar una buena educación digital en los hijos, ha defendido. Y por lo tanto ellos "también deben tenerla". Empezando por ir a charlas e informarse sobre estas herramientas "no para prohibir", sino para "visualizar" lo que hacen: si buscan "anorexia" o pueden estar sufriendo grooming. "Lo importante es que sea una prioridad" para los padres, ha convenido Bruscas. "Una vez lo es, es fácil conseguir la información", pues está al alcance de todos. La clave es buscar "lo que se adapte a tu realidad en el hogar, hablarlo y pasar más tiempo de calidad con ellos".