En las entrañas de las notarías unos personajes silenciosos y nada notorios velan por el archivo y seguridad de los documentos. Su cometido es crucial para la custodia e inalterabilidad de actas, contratos y otros actos jurídicos. Son los encuadernadores de protocolos. Cosen los documentos notariales y uniendo cuadernillos envueltos en lomo y tapas de pergamino forman un libro. Los libros numerados secuencialmente forman una unidad denominada protocolo notarial. No se pueden cambiar de orden ni modificar ninguna hoja.
De forma similar, en el sistema monetario de bitcoin, los mineros fabrican unos contenedores denominados bloques. Los datos de cada transferencia -cantidad, fecha, origen y destino- se van introduciendo en uno de esos bloques hasta completarlo. Una vez cerrado no es posible cambio alguno en su interior. Son inaccesibles pero perfectamente consultables. Contienen, por tanto, no el mayor, como erradamente suele decirse, sino el diario de las transacciones.
Encuadernadores y mineros reciben una remuneración por su trabajo. A los mineros la programación automáticamente les paga cierta cantidad cada vez que generan un bloque, sin entrar aquí en detalles. Inicialmente cobraban 50 Bitcoin -BTC- por cada bloque creado.
En cada uno de los años 2012, 2016 y 2020 -cuatrienalmente- el salario se redujo a la mitad, pagándose hoy 6,25 BTC. Y ahora como grande e importantísima noticia, tendremos enseguida otro nuevo “Halving” -pronunciado sin la l- pagándose entonces 3,125 BTC por cada bloque minado. Cada “halving” divide automáticamente por dos el ritmo de emisión de nuevas monedas y ocurre exactamente cada 210.000 bloques, más o menos cuatrienalmente, y seguramente hoy mismo o mañana. Aquí: https://bit.ly/halvingcount tenemos la cuenta atrás.