Mark Zuckerberg, cortesía de Facebook
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha pedido a los reguladores y a los gobiernos que jueguen un papel más activo en establecer las reglas que gobiernan Internet para poner coto a los discursos de odio y para salvaguardar la privacidad de los usuarios y la integridad de los procesos electorales.
Zuckerberg, cuya compañía se encuentra en el ojo del huracán debido a los diversos escándalos que han salido a la luz como el de Cambridge Analytica y la filtración masiva de datos que afectó a unos 87 millones de usuarios, hizo estas declaraciones en un artículo en Washington Post en donde asegura que “un enfoque estandarizado” para eliminar contenidos ayudaría a las compañías de Internet a ser “responsables”.
En concreto, Zuckerberg ha indicado que Internet necesita de nuevas reglas que acaben con el discurso del odio y que protejan la privacidad, añadiendo que “la tecnología forma parte de nuestras vidas y compañías como Facebook tienen que asumir muchas responsabilidades”.
En su opinión, para poder ser más responsables en este sentido, estaría bien tener un enfoque estandarizado sobre la cuestión. Asimismo, establece cuatro áreas en donde la regulación es necesaria, como son el contenido violento que se distribuye en la Red, la integridad de los procesos electorales, la protección de la privacidad, y la seguridad de los datos.
Hace unos días, se publicó la nueva medida que pondrá en marcha Facebook en donde se pondrá un filtro y se prohibirán contenidos sobre el apoyo al nacionalismo y el separatismo blanco en sus plataformas. Y es que Facebook recibió muchas críticas por el hecho de que el autor de la masacre de Christchurch que difundió su ataque contra las mezquitas en Nueva Zelanda a través de Facebook Live, hubiera hecho un alegato días antes de la masacre en su perfil de la red social.
La columna de Zuckerberg en Washington Post sale sólo unos días después de que el periódico estadounidense publicara un artículo diciendo que el gobierno de Estados Unidos y Facebook estaban negociando un acuerdo por una multa de millones de dólares por los errores en las políticas de privacidad de la compañía.