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El fundador de Facebook Mark Zuckerberg ha roto el silencio tras la crisis que está sufriendo la red social por el filtrado de datos de millones de usuarios del escándalo de Cambridge Analytica y ha admitido que “cometimos errores”.
El ejecutivo ha compartido en su página personal de Facebook un comunicado en el que ha indicado que “hubo una brecha de confianza entre Facebook y la gente que comparte los datos y espera que la protejamos. Lo tenemos que arreglar”.
“Tenemos una responsabilidad de proteger vuestros datos y si no podemos, no nos merecemos serviros”, ha comenzado el fundador de Facebook, añadiendo que ha estado investigando todo el asunto para saber “exactamente lo que ha pasado”. “La buena noticia es que las acciones más importantes para prevenir que pase algo así otra vez se tomaron hace años, pero cometimos errores, y hay mucho más que hacer”.
Pero Zuckerberg también ha dado la cara en televisión, al conceder una entrevista al programa 360 de Anderson Cooper, de CNN, donde se disculpó diciendo “ha sido una brecha de confianza y lo siento mucho”.
Asimismo, el creador de Facebook explicó las medidas que se tomarán más inmediatamente, como “limitar el acceso que se da a los desarrolladores de apps que utiliza Facebook”, y añadió que también se revisarán el acceso que tienen las aplicaciones antes desarrolladas con carácter retroactivo.
En su comunicado, terminaba diciendo que “mientras que el problema de Cambridge Analytica no pasa con nuestras apps en la actualidad, eso no cambia lo que pasó en el pasado. Aprenderemos de la experiencia para hacer nuestra plataforma más segura para todos”.
Las declaraciones de Mark Zuckerberg surgen cuatro días del escándalo de Cambridge Analytica en el que se supo que se había filtrado información de unos 50 millones de usuarios en Estados Unidos que se utilizó con fines propagandísticas, ya que la compañía tenía entre sus clientes a la campaña de Donald Trump.
Las consecuencias de esta crisis de credibilidad en la red social se han visto sobre todo en la pérdida del valor de sus acciones en Bolsa, que bajaron un 7%, lo que supone una pérdida de 5.000 millones de dólares.
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