Las redes sociales están luchando para evitar la difusión de las noticias falsas, pero un estudio ha afirmado que precisamente este tipo de noticias son las que se propagan de una manera más rápida y amplia, al menos en Twitter.
Así lo indica un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts que se ha publicado en Science y en el que se han analizado unas 126.000 historias compartidas por más de tres millones de usuarios de Twitter entre 2006 y el 2017. Tras estudiar estas publicaciones, el estudio resalta que las noticias falsas tienen un 70% más de posibilidades de que se compartan si se compara con las verdaderas.
Según el estudio, la idea surgió tras el ataque en el maratón de Boston que tuvo lugar en 2013, cuando el autor principal de la investigación, Soroush Vosoughi, se dio cuenta de que muchos de los mensajes que leía a través de las redes sociales eran falsos o rumores no verificados, señalando a un estudiante como el encargado de los ataques que finalmente acabó suicidándose, cuando no tenía nada que ver.
Al principio, los investigadores creyeron que la difusión de estas noticias falsas se debía a los bots que funcionan en Twitter, pero tras eliminar de la ecuación esas cuentas, se dieron cuenta que el porcentaje seguía siendo el mismo, por lo que las cuentas reales eran, por tanto, las causantes de la difusión de este tipo de noticias.
Vosoughi explica en este informe que la gente es más propensa a compartir noticias falsas porque son las que tienen más información nueva y que causan más sorpresa.
Los investigadores añaden que a pesar de que este informe se centra en Twitter, se podría extrapolar a otras redes sociales como Facebook.