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Cmo Llevar Tu Empresa Al xito Con El Mejor Equipo Humano

Acabo de empezar a leer Hidden Value: How Great Companies Achieve Extraordinary Results With Ordinary People (Harvard Business School Press) y me está permitiendo profundizar más, en algo que me apasiona y que no es indiferente, por fortuna, para las grandes empresas. Y la cuestión no es baladí, el capital humano de una empresa es y debe ser la esencia de la misma aunque la tecnología o servicio generado por ella sea su alma mater.

Si no reflexionamos, profundizamos y por ende aplicamos técnicas que traten de mejorar y dar sentido a las carreras profesionales de nuestros empleados difícilmente conseguiremos de los mismos el compromiso que tú, como fundador, has tenido claro desde el inicio.

Para evitar la huida de tus empleados más eficientes y ser un referente que te convierta en un atractivo y potente cazador de talento, debes empezar a cambiar la tónica general.

¿Serás capaz de incorporar esta decisiva tarea a tu gran lista de preocupaciones en tu Startup?¿ Serás capaz de hacer de tu proyecto algo tan sumamente atractivo y humanizado que sea capaz de atraer talento a la misma, sin importar tanto el salario o, al menos, no ser el factor decisivo? ¿Serás capaz de crear un ambiente en el que sientan tus empleados que son personas ante todo, que aportan valor, crecen profesionalmente y son reconocidos por ello?

¿O por el contrario te limitarás a hacerles sentir como meras piezas, en una cadena de montaje, perfectamente reemplazables?

Te planteo estas preguntas porque es muy común sentar unos valores que definan tu empresa y la realidad de maximización de beneficios, recortes y objetivos imposibles llevan a las personas, a cambiar su actitud ante su puesto de trabajo.

No se trata de ser un mago, se trata de ser capaz de atraer a gente normal (si puedes contratar genios y personas extraordinarias mejor que mejor) y generar en ellos la sensación de pertenencia y reconocimiento que les lleve a tal nivel de compromiso en el que los resultados de su labor se conviertan en inesperados y, por ende, extraordinarios. Y si no tienes esa cualidad añádela a las cualidades de tu socio fundador

Si atraes capital humano por razones de dinero, te abandonarán por el dinero. Así que plantéate cómo vas a organizar tu empresa para que haya algo que te diferencie del resto. Y qué decir cuando estás iniciando tu startup y los recursos económicos para contratar son limitados.

Atrae talento, reinventa las formulas de colaboración con otras empresas de manera que os beneficiéis mutuamente, busca talento de diseño en estudiantes, etc… pero desde el minuto cero intenta hacer tuyos estos consejos.

Cierto es que no llevo muchos años de vida profesional pero los suficientes para afirmar que casi todo el mundo prefiere un lugar de trabajo en el que predomine el buen ambiente, ofrezca crecimiento profesional y reconocimiento, se sienta cómodo, se cuiden las condiciones que favorezcan la conciliación con la vida familiar y en el que pase la jornada laboral sin ir tachando los días del almanaque hasta llegar el viernes.

Aunque parezca mentira he conocido muchas personas que añoran trabajos que ofrecían menor desarrollo profesional, con salarios inferiores pero en los que levantarse cada mañana no era un suplicio.

Pero…¿y si ofrecer un buen ambiente, buenas condiciones sigue siendo insuficiente? No nos vamos a engañar, hay personas que no tienen la menor predisposición a crecer, conformistas, gente que no se compromete con nada y con nadie, personas que ven el trabajo como medio de vida y nada más.

Personas que impiden aplicar modelos revolucionarios en la mecánica interna de la empresa y que conforme alcanzan puestos de mando instauran la inercia que domina sus vidas. Coge a esas personas y cuando tengas una estructura sólida, ubícalas en un departamento gris para personas grises o deshazte de ellas. O fórmalos para el cambio.

Cuidado, son actores fabulosos, “personalidades grises” que no llaman la atención e inspiran respeto en altos mandos. Generan en todo aquel que no comparte mesa y trato directo en el día a día la sensación de que son adecuados para nuevas promociones internas.

Lo que no sabes es que cuando salen por la puerta no son felices con la empresa y no la harán más feliz pues no son ni serán capaz de serlo. Son buenos profesionales pero ¿no estábamos hablando de humanizar la empresa, no estamos hablando de cambiar…?

Si bien este post adolece de generalidad y, aunque muchos de los puntos a tratar sean difícilmente aplicables según la estructura y modelo de gestión implantado en cada empresa u organización, son de suma importancia. Lo afirmo porque es frecuente olvidar que ante todo una empresa, aun estando dotada de los mayores avances tecnológicos y técnicos, no deja de estar dirigida y gestionada por personas.

Ese capital humano ha de ser gestionado de manera tan brillante como la próxima campaña de marketing, los planes de expansión comercial, reducción de costes, etc…

Pese a mi breve estancia en una gran organización, observé con agrado como en sus fundamentos las grandes compañías españolas, siguiendo el modelo anglo-americano, cada vez destinan más recursos al factor personal del aparato mercantil. Feedbacks, evaluaciones, liderazgo… si bien a veces no se adaptan a la realidad o son desempeñados por personas no preparadas para ello o simplemente no disponen de tiempo.

Ahora bien, no basta con palabras, no podemos instalarnos en el peligroso terreno de la autocomplacencia sino que debemos avanzar, en la medida de lo posible, en la implantación de técnicas y, adaptarlas al simple o complejo entramado estructural de la empresa.

Así que CEOs, directivos, socios, jefes de departamento, responsables de RRHH o aquellos que tengáis que gestionar un equipo humano reflexionad sobre lo siguiente.

Contrata personas excelentes o normales, grandes personas y conviértelas en grandes profesionales.

Olvídate de las clásicas preguntas “trilladísimas” de entrevista de trabajo en las que parece que el listillo de turno que sabe decir las palabras exactas aparentando ser la persona idónea cuando no lo es se lleva al gato al agua y, en cambio, el honesto, aquel que se avergüenza de reproducir respuestas como un autómata se le mira con cierta sospecha. Y esto no deja de ser un problema pues la corriente que domina el pensamiento en el mundo de Recursos Humanos sigue a rajatabla la regla de convertir en fortalezas las debilidades, convertir en positivo lo negativo.

No atiendas tanto al expediente académico sino a la experiencia, esta puede reflejarse en cómo solventó el candidato un problema familiar, universitario, en su anterior trabajo, en su último proyecto (todo dependiendo del grado de experiencia que requieras en el puesto ofertado).

Si buscas una nueva incorporación coloca a los candidatos en una dinámica de grupo y observa cómo se desenvuelven, plantea un caso práctico, observa al líder y date cuenta si hay humanidad y honestidad en él o simplemente es un tiburón que te comería el brazo si le fuera posible. Analiza los gestos. Aplica supuestos prácticos, observa cómo razonan y actúan. Necesitas tiempo así que plantea el hacer estos procesos cuando la carga de trabajo te lo permita. En las entrevistas personales crea un ambiente cómodo para ver a quién tienes delante.

Un buen profesional va a pasar muchas horas con las demás personas de tu equipo. Visualiza el impacto que puede originar su orientación y enfoque en la empresa, su sentido del humor, su temperamento.

Busca gente que sea apasionada por su profesión.

Aquellos que no lo sepan por estar comenzando, hazles seguimiento pues un abogado disfruta de cada caso si le gusta el derecho y es capaz de pasar tres noches seguidas sin descansar solo por ver resuelta y escrita su fundamentación. Y te digo lo mismo de un programador, médico, ingeniero… Al que con 23 o 24 años no lo veas con el temor, la inquietud, los nervios afrontando su trabajo sácalo por la puerta de atrás y no olvides grabar la caída sobre los contenedores de basura.

Rompamos la inercia del sistema en el que vivimos. Aunque las cosas afortunadamente van cambiando en el ámbito universitario es momento de sacar a los estudiantes de sus clases y forzarlos a iniciar intercambios, prácticas dónde no se conviertan en los chicos de los recados y las fotocopiadoras. Las empresas pueden beneficiarse doblemente de un buen programa de becarios universitarios.

No solo por las ventajas fiscales y productivas que puedan encontrar, sino porque también les permite hacer un primer filtro en contratación y formar de antemano a perfiles que resulten interesantes. Esta política debe de ser implantada, pues en un momento de crisis como el actual debemos tomar conciencia todos y más las empresas ya que con estas vías se presta un servicio impagable a la sociedad dando formación y experiencia, algo de lo que, por desgracia, carecen muchos jóvenes de este país.

Pero por favor, si no tienes tiempo para dedicarte a enseñar y formar, si eres de los que piensa que cada uno ha de sacarse las castañas del fuego y que es una pérdida de tiempo o estás hasta arriba de trabajo…déjalo. No hagas perder el tiempo a los jóvenes. No los estafemos más.

Otra cosa, si vas a obviar la legalidad o vas a adoptar fórmulas contractuales que no se ajusten a la realidad, por lo menos repara en gastos de transporte, ofrece almuerzos o da algo que supla unos gastos mínimos. Organiza a alguien de la empresa para que lo/s recoja desde su casa y lo/s lleves a la suya cubriendo con seguro los trayectos, pero no abusemos más. Escuchas historias por ahí que dan miedo que en otros países europeos entre niveles de titulación universitaria son contemplados con sorpresa. No puede costarle dinero a un becario su formación.

Aprecia los matices de cada empleado

Por desgracia cada persona es un mundo y el trabajo no es la piedra angular en la vida de las mismas. Afortunadamente. Trata de ser un súper empresario o al menos esfuérzate en serlo.

El que es más lento en la realización del trabajo pero te asegura un resultado de calidad requiere de paciencia y de estímulo para conseguir que sea más rápido en la ejecución, (no lo machaques recordándole lo lento que puede resultar, pues conseguirás que decaiga su autoestima y acreciente su inseguridad) alaba su trabajo y con un adecuado feedback trata de proponer objetivos conjuntos para alcanzar la rapidez.

El que tenga niveles de autoestima baja requiere de un trabajo de reconocimiento gradual. Sé inteligente utiliza la psicología inversa y demuéstrale que puede hacer todo lo que se proponga sin que lo note a través de un aumento en las responsabilidades gradual con el correspondiente ok y gratificación por cada resultado satisfactorio que logre.

El que sea excelente, cuídalo pues puede sentirse aburrido con el tiempo, plantéale retos constantes y no lo dejes escapar. Si es un diamante en bruto hay que pulirlo y colocarlo sobre la chimenea para que lo vea todo el mundo. Eso lleva a formarlo en otras áreas del negocio descalzas o en las que por su compromiso y valía pueda resultar idóneo. Que suba como la espuma, pero no te aproveches de su juventud y lealtad.

Habrá un momento en el que se tornará en decepción, rabia y acabará dejándote en la estacada, merecidamente, en el peor momento.

El que sea gris en muchos sentidos, ya sea trabajando (no siendo ni brillante ni malo) ya sea en el trato con los demás (no es el tipo que alienta ánimos, optimismo ni tampoco hace cundir el desánimo, apenas interactúa con el equipo salvo para tareas que exija el trabajo) requiere de un trabajo extra y con el tiempo tendrás que evaluar si te compensa por sus características pues garantiza un rendimiento adecuado.

Ojo con pretender alterar los cimientos de una persona pues bajo la superficie del iceberg hay una gran masa de hielo de la que no somos conscientes y en la que es peligroso tratar de indagar sin más.

Motiva, saca lo mejor de cada uno

Insisto en la necesidad de rodearse de gente con impulso, apasionada y con ganas de aprendizaje.

Los niveles de motivación decaen para aquellos que no notan ser apreciados, que no aumentan su carga de trabajo, que no ven progreso, que no ven reconocidas sus horas extras. Por eso aunque cueste y te sientas ridículo al principio reúnete periódicamente con tus empleados uno por uno y escucha sus inquietudes, consejos para mejorar, propuestas. Aprovecha para en esos minutos interesarte por su vida personal (sin convertirte en una “portera”) en caso de tener familia propicia horarios o desempeño de horas de trabajo desde casa si tu sector, industria y ocupaciones del sujeto lo permiten.

Trata de que, pese a la presión y el estrés, ese empleado/a no sienta que su vida personal y familiar se escapa de sus manos. En esos minutos hazle una evaluación honesta de cómo ha ido haciendo las cosas en los últimos meses. Rompe con la incertidumbre que supone no saber qué se piensa de ti en la empresa por parte de tus jefes.

Introduce nuevas políticas

Informa a tu equipo de los resultados de la empresa, de cómo las horas extras del proyecto X han reportado a la empresa un nuevo cliente y X beneficios. Somos humanos y requerimos de reconocimiento. Hazles saber que las cosas van bien y cuando vayan mal genera una preocupación sana. Reconoce en público a los empleados por el buen trabajo. Premia con equidad y de manera inteligente. Los frutos de esa labor no tienen precio.

No queremos flexibilidad laboral en el mercado, por qué como empresarios abandonamos la falsa idea de que la dedicación a tiempo completo es la que puede resolver los problemas.

Soy un admirador de la gente trabajadora y dedicada a sus funciones y las mujeres son un colectivo admirable en ese sentido ¿por qué no atraes a esas profesionales cualificadas que ven con temor la maternidad por suponer un freno a sus carreras profesionales y les ofreces un puesto que con menor remuneración les permita durante 5, 4 o las horas que sean, seguir dando guerra. Si hablamos de hombres idem eadem idem…horarios flexibles para llevar a niños al colegio…

Analiza con profundidad los roles en tu empresa y trata de ver si es compatible en costes y operativa tener dos puestos a tiempo parcial que permitan a mujeres deseosas de mantener una vida familiar real y en la que accedan a un puesto de trabajo que les permita seguir creciendo profesionalmente no tanto como si estuvieran a full time pero que les compense a todos los efectos.

Conciliación de la vida laboral y familiar…repite conmigo conciliación de la vida laboral y familiar…otra vez más. Analiza tu empresa.

Instaura políticas de apagón de luces, acostumbra a tu equipo siempre que sea posible a terminar los proyectos en 8 horas. Si generas una política de horas extra, trabajo de fin de semana… agotarás las reservas y no serás productivo o no estarás creando un escenario proclive a ello.

Aquí sería un iluso si no atendiera a sectores en los que los proyectos aparecen una mañana y requieren de tardes y noches por lo urgente en su resolución. Pues apáñatelas para que ese esfuerzo extra sea recompensado de la manera que mejor se ajuste a tus intereses y a los de tus trabajadores.

Da ejemplo

A los profesionales de verdad, la carga laboral no les asusta siempre que no les afecte a la salud y a la vida personal. Para conseguir un extra en dedicación o conseguir que sea aceptado como seña de identidad de tu empresa y compense a la larga, debes recompensar esos esfuerzos.

Nada es gratis en esta vida no impongas lo contrario a tus trabajadores. Pero sobre todo ten mano izquierda ante los picos de trabajo y fechas límite de entrega que supongan un extra de carga de trabajo durante semanas o meses. Tienes que estar al pie del cañón junto a ellos y con tu acción demostrar que todos ganan ante una situación de estrés constante. Si los resultados acompañan y ten un detalle con ellos, del tipo que sea.

No me malinterpretes, “business is business” no se trata de que te conviertas en la nueva Madre Teresa de Calcuta de tu oficina. Los negocios imponen dedicación y responsabilidad. La manera en la que tus empleados asuman la exigencia y dedicación absoluta o extra conlleva hacerles ver que son parte de la empresa.

Ningún empleado es igual, ninguna persona lo es

Esta es mi humilde opinión y espero que algunos puntos sean fuente de encuentro, sabedor de que es difícil romper prácticas tan consolidadas en el sistema.

Lo que está claro es que si tú, como emprendedor, ya has dado un salto al mundo empresarial creo que es sano ser ambiciosos e intentar ser un revulsivo en un ámbito tan importante como es el capital humano en la empresa.

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