Siempre he pensado que no hay mejor libro de negocios que la experiencia, por lo que quiero compartir algunos consejos que espero sean de utilidad.
1. Hazlo, inténtalo
Habrá muchas personas que puedan decir que no es una buena idea o que no es el momento. En muchas ocasiones la única forma de saberlo es intentándolo. Aquí podemos aplicar la popular frase, “el que no arriesga no gana”.
2. Cuestiona todo
Tomate el tiempo de cuestionar tu rumbo. Imagina que eres un potencial inversionista analizando una oportunidad de negocio, esto te ayudará a confirmar y confiar en tus decisiones.
3. Sé honesto
Ante todo, en lo personal y profesional debemos ser honestos. Intentemos ver el mundo de una forma clara y sin vendas, será la única forma en que podemos saber si vamos por el camino correcto y hacia donde nos lo hemos propuesto.
4. Aprende a decir No
Esa frase de “el que mucho abarca poco aprieta” no podría tener mejor cabida que en este punto. Y es que es necesario decir que no, es importante concentrarse en pocas cosas a la vez y hacerlas bien. Lograrás ver mejores resultados y tendrás tiempo de analizar que salió bien y que se puede hacer mejor. Administra tu tiempo, tus cliente te lo agradecerán.
5. No temas crecer
Muchos emprendedores que inician un negocio lo hacen por sí solos o con una o dos personas que los acompañan. Por los mismo es necesario que todos se arremanguen la camisa y hagan todo tipo de funciones. No hay nada de malo en esto pero muchos se niegan a contratar a más gente y/o delegar ya que creen que otros no harán el trabajo tan bien como ellos. Conoce tus límites, entiéndelos y rodéate de un gran equipo.
6. Haz algo que te apasione
Al iniciar un negocio se necesitan muchas horas extras de trabajo y esfuerzo y la pasión es clave para no desfallecer en el intento. Si haces algo que te guste no lo sentirás pesado y la pasión por lo que haces te dará la fuerza necesaria para seguir adelante.
7. No temas al cambio y a la evolución
Son muchos de negocios que han evolucionado, ampliado y adaptado su oferta inicial para poder seguir en el gusto del consumidor. Ejemplos: Colgate vendía jabones y velas, Nintendo inicio comercializando naipes, A&F empezó vendiendo artículos para acampar y de excursiones. En fin, la lista es larga y las compañías mencionadas son tan sólo un ejemplo de cómo la evolución es parte del ciclo de vida de una empresa exitosa.
Recuerda que cada emprendedor traza su propio rumbo, anímate e inicia el tuyo.