Cuantas veces nos hemos muerto de frío por no hacer caso a una madre cuando nos dijo “¿no te llevas el abrigo? Te vas a helar…” Bueno parece que ellas lo sabían por experiencia y sobre todo por cariño, el que tienen hacia sus hijos, igual que un emprendedor hacia su pequeña Startup que no quiere que se muera de frío.
Por mi experiencia en twago y ResearchGate aún no me considero madre suficiente como para recomendar piezas de ropa, pero si he tenido la suerte de estar en contacto con mentes brillantes capaces no sólo de hacerte llevar el abrigo sino que también conjunte con tus zapatos, y estas son las 5 tendencias:
1. Horarios laborales de 8 horas
Muy rápido te darás cuenta que ya no existe barrera entre oficina/casa, los días de 24 horas ya no se llevan, sobre todo en las fases iniciales del proyecto la dedicación exclusiva es casi un requisito indispensable. Pero no desesperemos, el tiempo, aunque raro suene, en este caso no es permanente. La intensidad no siempre será la misma y por supuesto tendremos momentos para relajarnos un poco más. Pero, en cualquier caso, olvidémonos de las jornadas de 8 horas.
2. No contrates amigos
Anduvo Pedro con su amigo Pepe, amigos de la infancia, compañeros de instituto, padrinos de bodas, camaradas de largas noches. No se hablan por una discusión de negocios. Esta anónima historia se repite una y otra vez, por supuesto con excepciones, pero incluso cuando las cosas van bien nadie actúa igual de forma profesional que en las relaciones entre amigos, esa amistad se interpondrá en la toma de decisiones fundamentales que nos pueden hacer perder perspectiva.
3. Back to the Future
Los 80, Marty McFly, playlists míticas, fiestas temáticas, confeti. A todos siempre nos invade la nostalgia por el pasado, por lo que fue, pero un producto no puede vivir en el pasado. Puede que nuestra idea, por ejemplo, naciese en 2008 pero ya estamos en 2012, sin perder la visión que teníamos al principio no debemos tener miedo a los cambios por radicales que sean, de repente nuestro pequeño crece y se va a la universidad, llantos, y no es fácil darse cuenta de ello. Es esencial saber cuando toca un cambio.
4. No sin un plan
Tiene el mismo peso específico que la idea principal. Si no dedicamos tiempo y esfuerzo en escribir un business plan no podemos planificar una solida estrategia de marketing ni cimentar nuestra idea y visión. Este debería centrarse en dos aspectos fundamentales: ofrece nuestro producto o servicio una solución a una demanda, y ¿representa esto una oportunidad en el mercado? Planificar nos servirá también para poder evaluar las nuevas ideas que por seguro vendrán con el tiempo.
5. Levanta la mano
Pregunta y luego vuelve a preguntar. No intentes resolver todas las dudas que tengas por tu cuenta, hay expertos específicos para cada tema, que la ignorancia no te enmudezca y pregunta, luego hazlo otra vez. La mejor manera de contactar con profesionales que amablemente respondan a tus preguntas es detectar a los que son activos en Internet, tienen sus blogs, escriben, y mucho.
Bonus: 6. No tengas miedo a fallar
El miedo a fallar es el freno natural de grandes ideas. Si bien es cierto que el camino del emprendedor es difícil, incierto, y requiere muchísimo sacrificio no hay que dejar que el miedo al fracaso nos impida perseguir lo que queremos. Por otro lado fallar es el mejor método para aprender, y a su vez, descubrir qué es lo que funciona.
Y recordar, no sólo acertaron con el abrigo, a veces también cuando nos dijeron: llévate el paraguas que va a llover. La primera etapa para emprender no es otra que recopilar experiencia, aunque a montar en bici sólo se aprende montando. Buena suerte.