Unipimus es una plataforma online que pone en contacto a los estudiantes de intercambio que se encuentran en el extranjero con empresas que quieren abrirse al mercado internacional, permitiendo al empresario acceder con un solo clic a una inmensa red de contactos cualificados distribuidos por todo el mundo.
Esa conexión se realiza a través de la figura del microencargo: pequeñas tareas que cualquier estudiante puede realizar en su país de destino y cuyos resultados le serán de gran ayuda al empresario a la hora de decidir cómo y hacia dónde expandir su negocio.
El funcionamiento de Unipimus es más fácil de explicar mediante ejemplos: supongamos un empresario al que le gustaría exportar su producto al resto de Europa. Aunque existen organismos que le podría facilitar centenares de informes repletos de números, la mejor manera de sondear un mercado es viajando al sitio en cuestión y revisando las estanterías de los supermercados en busca de precios, tamaños, calidades, nacionalidades.
Esta labor puede resultar cara y difícil si el empresario pretende llevarla a cabo mediante recursos propios porque implica gastos de desplazamiento y alojamiento y un sin fin de lagunas tales como el desconocimiento del idioma o de la ciudad en cuestión. Sin embargo, para alguien que al menos una vez a la semana baja al supermercado de su barrio a hacer la compra, la tarea le resultará extremadamente sencilla y barata.
En este caso el empresario podría publicar en Unipimus un microencargo en varios países solicitando esta información a los estudiantes que se encuentren viviendo allí y, por un coste muchísimo menor al que le habría originado billetes de avión y hoteles y en tan solo cuestión de días, recibiría en el correo electrónico los datos que necesita para la toma de decisiones.
Cada vez que se publica un microencargo es el empresario el que establece lo que está dispuesto a pagarle al estudiante por la tarea, aunque será la oferta y la demanda la que establezca el precio final: si el microencargo es en un país con pocos estudiantes disponibles las ofertas de los candidatos podría ser más cara y viceversa, en países donde se encuentren más estudiantes el precio podría ser menor. En todo caso la última palabra a la hora de seleccionar a un candidato es del empresario.
Una vez terminado el microencargo la plataforma pedirá a estudiante y empresario que se voten mutuamente y valoren el comportamiento del otro durante el proceso. De esta forma se alimentará un sistema de reputación de cada empresa o estudiante que le servirá a futuros usuarios decantarse por uno u otro en función de su puntuación y comentarios.
Entre los microencargos más comunes se encuentran buscar proveedores, conseguir los datos de contacto de una determinada empresa, visitar algunos inmuebles para establecer una oficina, recopilar un listado de lugares donde exponer el producto (ferias, mercados, galerías de arte...), estudios de mercado a pie de calle, reparto de muestras o servir de guía en una visita comercial.
Por otro lado el estudiante, además del beneficio económico, aprovecha su estancia en el extranjero para acumular experiencia, hacer contactos y sobretodo rodarse en el mercado laboral actual.
Unipimus acaba de finalizar su fase de lanzamiento beta a nivel local y desde hace unos días admite la entrada de empresas y estudiantes de todo el mundo.
Cualquier empresa interesada en sondear nuevos mercados puede registrarse gratuitamente en Unipimus.com y publicar sus microencargos en menos de 5 minutos. Además Unipimus pone a disposición de sus usuarios un formulario de contacto desde el que realizar cualquier consulta o solicitar asesoramiento acerca de posibles tareas que podrían beneficiar a la empresa de cara a su expansión internacional.