No es fácil, ¿eh? Tener toda la vida ese gusanillo del emprendedor, pero es que “la vida me ha llevado por otros caminos”…
Esta es la historia de muchas personas, lamentablemente. Digo "lamentablemente" porque creo de verdad que es una lástima que alguien que desearía hacer algo más, crear algo propio, convertir la chispa que tiene dentro en siquiera una llamita,… se resigne a no hacer ninguna de estas cosas, seguramente porque cree que no puede o que las circunstancias no le dejan o simplemente porque ya ni siquiera se lo plantea, hace años que se dio cuenta de que lo más seguro era conseguir un trabajo y dejarse de perseguir un sueño irrealizable.
¿A quién le suena? Se me vienen a la mente personas con quienes me he cruzado a lo largo de mis 42 años de vida, desde mi propio padre, cuyo espíritu creativo y emprendedor se vio amputado por la seguridad que le proporcionaba la empresa estatal para la que trabajaba, hasta simples conocidos, pasando por amigos, parejas…
Administrativos, secretarias, curritos de a pie, ejecutivos, contables, esposas, auxiliares, operadores, camareros, telefonistas, managers, cocineros, directores, cuyos límites se presentaban ante sus ojos como certeros sin saber que esos límites eran colocados allí por ellos mismos. Excusas y pretextos, mil razones para olvidar sus ilusiones, temores y miedos, barreras insalvables, circunstancias adversas, razonamientos razonables de la razón… inentendibles por sus corazones de niño (¡ah, inocente!) que deseaban con todas sus fuerzas seguir tirando para el lado de los sueños… pero que se iban debilitando con cada nómina mensual, segura, contante y sonante… He visto, sí, abandonar un sueño perfectamente realizable, - como tantos otros-, por una nómina, estabilidad, certeza. He visto las alas de la imaginación arrancadas de cuajo por el mero hecho de complacer a otros antes que a uno mismo. He visto libros extraordinarios sin escribir por culpa del miedo al éxito o por miedo al compromiso. He visto cuadros sin pintar, figuras sin esculpir, filósofos sin descubrir, estrofas sin cantar. He visto vidas sin aprovechar.
Si tu sueño no es ni nunca fue emprender, en el más amplio sentido de la palabra, estupendo! Pero si sí lo es, o lo fue, y tu vida te ha ido llevando por otros derroteros, un trabajo te ha llevado a otro y te parece que nunca estás en el sitio apropiado, te sientes algo incómodo, como que ése no es tu lugar en el mundo, no cambies de trabajo, ni de ciudad, ni de pareja. Detente a pensar en ti, en lo que un día fue tu ilusión, en lo que de verdad quieres y siempre has querido. No será fácil. Tienes muchas barreras que superar, límites que disipar, temores que afrontar. Pero también tienes muchos recursos que aflorar, talentos que descubrir, preguntas que preguntar.
Has visto cuadros sin pintar, figuras sin esculpir, filósofos sin descubrir, estrofas sin cantar. Has visto vidas sin aprovechar. Que no sea la tuya.
“Nunca es demasiado tarde para ser quien querrías haber sido” - George Eliot (pseudónimo de Mary Ann Evans)