Si tu empresa tiene actividad y clientes en más de una provincia, con casi toda seguridad has tenido que preguntarte en algún momento ¿qué número de contacto pongo? Lo normal es que sigamos con el número que hemos tenido siempre, sin preocuparnos en demasía por los detalles.
No obstante, lo ideal sería poder contar con números en cada una de nuestras sedes o para cada colectivo de clientes, de forma que nuestra imagen aparezca reforzada como la de una empresa con multipresencia en todo el país.
Imaginemos una empresa de Málaga que opera en Barcelona y Madrid, que además de con su número cabecera tradicional 952 contara con un 91 y un 93 que apuntan directamente a ese cabecera. Desde luego, sería un salto de calidad en cuestión de imagen.
Esto, evidentemente, no se hacía por falta de practicidad y por suponer un gasto innecesario.
Sin embargo, gracias a los números virtuales, toda esta operativa es perfectamente posible, por rendimiento, valor del servicio y precio.
Sobre nuestro número cabecera podemos implementar una configuración de centralita virtual, de modo que podamos gestionar las llamadas que recibimos con inteligencia, repartiendo dichas llamadas por departamentos, horarios etc, buscando simplemente la distribución más eficiente.
Apoyándonos en este número cabecera, nuestra empresa podrá adicionar otros números virtuales por precios mínimos, de modo que quien llame a esos números se le desviará directamente a nuestra centralita.
Además de los beneficios que tiene para la imagen de la empresa por la presencia en varias localizaciones, los números virtuales pueden convertirse en una nueva fuente de información para nuestra empresa que puede enriquecer sensiblemente nuestra toma de decisiones.
A pesar de no tener un enrutamiento específico, pues apuntan directamente sobre la configuración del cabecera, estos números virtuales sí permiten la consulta de todo tipo de estadísticas sobre las llamadas que reciben. Volviendo al ejemplo anterior, podremos diferenciar las llamadas que recibimos según hayan entrado por el número de Barcelona 93, Madrid 91 o Málaga 952.
Esta información, bien filtrada y tratada convenientemente, nos puede ofrecer mucho conocimiento acerca del comportamiento de nuestros clientes, y de cómo reacciona nuestro target ante las acciones que emprendemos en una zona determinada de España.
Igualmente, nos puede informar sobre lo eficiente que son nuestros procedimientos para la casuística que plantea un determinado perfil de cliente o la calidad del servicio postventa. Las posibilidades de cómo explotar esta segmentación geográfica del mercado son enormes y especialmente versátiles, de modo que casi cualquier tipo de empresa podrá sacar gran provecho a estos números virtuales.