“Haciendo Visible lo Invisible” será el eje principal de la jornada. Habrá diferentes actividades participativas desarrolladas de manera conjunta por empresas y emprendedores, estudiantes y profesores de la Universidad de Deusto.
Un año más, la Universidad de Deusto se ha adherido a la Semana Global del Emprendimiento, promovida del 12 al 25 de noviembre por la Fundación del Emprendimiento Kauffman, con la celebración de Deusto Ekintzaile-Deusto Emprende en los campus de Bilbao y San Sebastián.
Bajo el lema “Haciendo visible lo invisible” se celebrará entre los días 18 y 22 de noviembre en la Universidad de Deusto la fiesta del emprendedor. Este evento tiene como objetivo acercar la figura del emprendedor al alumnado y fomentar su iniciativa mediante la promoción del comportamiento emprendedor.
Poder dar mayor visibilidad y protagonismo a personas e iniciativas que lo merecen es algo que echamos en falta a menudo, cuando alrededor nuestro observamos el esfuerzo honesto y sacrificado de mucha gente que, desde la humildad y la convicción, se atreve a poner en marcha proyectos o a cambiar las cosas a mejor y así animar a otros a seguirles.
La fiesta cuenta con diversas actividades y dinámicas entretenidas y participativas que están programadas a lo largo de la semana en horario principalmente de mañana. Las actividades han sido propuestas y desarrolladas por un equipo de estudiantes, profesores y colaboradores externos de ambos campus, y en ella tomarán parte tanto estudiantes como docentes para difundir, sensibilizar, acercar y atraer hacia la iniciativa emprendedora a personas de muy distintas disciplinas.
Esta es la sexta edición de la semana del emprendedor, en la que se mantienen los valores fundamentales que han motivado su puesta en marcha desde sus inicios:
Por un lado, apreciar la diversidad en su sentido más amplio. Cada vez cobra mayor importancia la cooperación con personas de diferentes perfiles que aportan cada una su visión a la hora de abordar los problemas que salen al paso. La diversidad, por tanto, enriquece los proyectos y nos permite ver las cosas desde una perspectiva diferente a través de los ojos de otros.
Por el otro, compartir con las personas que nos ayudan en la puesta en marcha de los proyectos la firme convicción de querer avanzar hacia un mundo mejor y más justo del que nos hemos encontrado. Esto debe traducirse en todos los aspectos, desde las relaciones con las personas más cercanas, a la búsqueda de tratos justos para todas las partes, pasando por generar un impacto social directo positivo en la medida en que sea posible.