Antes de nada, os quiero dar las gracias por las aportaciones que habéis hecho en esta serie de post sobre cómo valorar nuestros proyectos en sus distintos estadios de desarrollo de cara a afrontar una posible ronda de financiación.
Llegados a este punto podemos decir que nos quedarían por evaluar dos casos: El de una Startup que tenga hasta dos años de facturación y el escenario en el que la Startup tiene más de 2 años de facturación semi-consolidada - aunque como veréis más adelante los criterios son muy similares -. Propongo el límite de dos años de facturación porque, como sabéis, exite una regla no escrita respecto a la progresión de una Startup y dice algo así como que debe alcanzar el Break-Even en los primeros 24 meses de vida. Esto quiere decir que si una Startup tiene dos años de vida, factura y ha conseguido el Break-Even es una Startup con proyección o, que al menos, ha conseguido ese primer hito en un tiempo razonable.
Es curioso porque hemos recibido varios mensajes diciéndonos que lo más complicado para ellos era valorar una Startup que ya esté facturando cuando, realmente, no se trata del caso más complicado porque ya existe - como se diría un abogado - jurisprudencia al respecto.
En estos casos el criterio de valoración suele ser el de aplicar un coeficiente multiplicador entre 1,5 y 2,5 a la facturación de la Startup. Estos coeficientes tampoco son exactos pero lo que sí os podemos asegurar es que son los que se están aplicando en las valoraciones de las últimas adquisiciones más sonadas de nuestro país como puede ser el caso de la adquisición - que se hizo pública la semana pasada - de DressForLess por parte de Privalia que se cerró en 150M€ que equivale a la facturación del último año de DressForLess multiplicada por 2,14.
También es cierto que no siempre se aplica este criterio porque las cifras de facturación durante los 2-3 primeros años de facturación de Startup - si va como debe ir - suelen evolucionar bastante rápido por lo que, a veces, también se introduce el la ecuación la variable del "Precio por usuario" - que no cliente -. Se han dado varios casos de adquisiones y/o participaciones en Startups en las que se presenta ese valor como un ratio a considerar dándole mayor o menor peso en la fase de negociación de cara a cerrar la operación en cuestión.
Por último comentaros el caso de una Startup que dispone de una facturación semi-consolidada. El término "Semi" lo uso porque al tratarse de una Startup hablar de facturación consolidada puede resultar contraproducente. En este caso el criterio expuesto anteriormente, aplicar un factor multiplicativo entre 1,5 y 2,5 veces la facturación, sigue siendo igualmente válido. Si es cierto que al tener 3 años de facturación se pueden incluir en la valoración alguna variable más como el EBITDA a la que se le aplican otros factores multiplicativos similares a los anteriores.
A partir de aquí las valoraciones que se puedan hacer para expansiones internacionales, adquirir otras compañias o simplemente para dar entradas a otros inversores para preparar la compañía de cara a una posible operación de salida a bolsa, a mi se me escapan por completo ... esto lo dejo ya a los expertos financieros que lo hacen muy bien.
Aprovecho este post para recomendaros el libro que "Business Angels - Capital Inteligente para Empresas Innovadoras" en el que se explican otros criterios - de mayor carácter financiero - de cara a hacer una valoración de una Startup.
Espero haberos aportado algo en los tres post de esta serie que os he propuesto. Si tenéis alguna sugerencia y/o experiencia personal en cualquiera de estos escenarios os agradecería que compartiérais con todos los lectores dejando un comentario en los post.