El cliente es la base de cualquier empresa. En él empieza y acaba todo el negocio. Sin embargo muchas empresas cometen el error de pensar que son ellas el centro de todo el sistema empresarial, pecando de egocentrismo.
Si lo que queremos es captar y fidelizar a nuestros clientes es imprescindible tener un buen servicio de atención al cliente. Contar con buenos profesionales y seguir una línea de actuación adecuada orientada al cliente puede resultar en grandes beneficios para nuestra empresa.
Disponemos de diversos sistemas para que los clientes puedan comunicarse con nosotros: teléfono, chat, email, redes sociales, etc. Existen muchas posibilidades, pero la clave está en que el cliente se sienta atendido, dándole una respuesta rápida eficaz, cualquiera que sea el problema o consulta que tenga.
Además, ahora, con las nuevas tecnologías es muy sencillo que cualquier consumidor descontento publique un comentario negativo en nuestras redes sociales, que además tienen una mayor viralización que los comentarios positivos. Este tipo de comentarios van a llegar a un mayor número de usuarios, entre ellos clientes potenciales, creando una imagen muy negativa de nuestra marca.
Es importante no eliminar el mensaje o ignorarlo. El cliente debe ver que la empresa se preocupa por él, que desea enmendar el error, por ello hay que contestar a la mayor brevedad posible, intentando minimizar el impacto negativo. Además, otros usuarios verán que tu empresa se preocupa por sus clientes y que, aunque se equivoque, trata de buscar soluciones, por lo que, al contrario que en el caso anterior, potenciará una imagen positiva de tu empresa.
Por lo tanto, algunos consejos para mejorar nuestro servicio de atención al cliente serían implantar un sistema de atención al cliente multicanal, de forma que cualquiera que sean las preferencias de comunicación de nuestros consumidores, estas puedan verse satisfechas. Por otro lado, debemos mantener un trato personal y educado. Nadie quiere sentirse como un objeto o un cliente más, por lo que debemos dirigirnos al consumidor de forma personalizada y directa.
Sin duda, el servicio de atención al cliente va intrínsecamente unido al concepto de reputación. Por ello no debemos descuidar este aspecto, y debemos dar a los clientes el trato que se merecen poniendo a su disposición los recursos necesarios.
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