Hay que ver la realidad como es y no como nos la quieren vender. Miles de emprendedores toman este duro camino como vía para conseguir, de algún modo u otro, un empleo que les permita obtener una fuente de ingresos que, sin grandes aspiraciones, les ofrezca la seguridad de tener su día a día garantizado.
Si ya de por sí la aventura de emprender es ardua y difícil, lo es mucho más en un país, el nuestro, donde el sistema no está pensado, preparado ni dispuesto para ello.
Hoy no hablaré de la falta de formación, de la inexistente financiación, del oscurantismo gubernamental, del entramado legal y administrativo que conlleva intentar llevar adelante cualquier iniciativa y, ni por kafkiano, que parezca tengamos que seguir los incomprensibles designios de políticos asilvestrados. Todo eso lo dejo para otros post.
Hoy quiero hacer llegar la realidad de estos miles de emprendedores que están haciéndose valer con todo su esfuerzo, poniendo las miras en conseguir sus objetivos y que además … llevan a sus hijos al cole, están pendientes de la colada, el lavavajillas, que si el médico del mayor, los libros de texto y tantas cosas más.
Para todos vosotros, hombres y mujeres, os dejo unas reflexiones que quizás puedan ayudaros a organizaros y conseguir (o intentarlo) vuestros objetivos.
1. Estoy trabajando !!!:
Comparte con tus familia y allegados tu proyecto, los avances, logros y expectativas. Explícales lo importante que es, y será, para todos. Que tienes una jornada laboral que cumplir y que es imprescindible poder cumplirla.
2. El teléfono y el email son tus enemigos:
El correo electrónico puede llegar a desbordarte. Clasifica los correo básicamente en dos carpetas: “urgente e importante” para todo aquello que tenga relación con su negocio y “para leer cuando pueda” para el resto.
Asigna una melodía en tu teléfono para aquellos contactos es imprescindible contestar y otra para los que no. Mantén el timbre bajo, esto te permitirá no romper de golpe tu estado de concentración el trabajo.
3. Márcate un calendario:
Por un lado tu horario de trabajo, con sus visitas, reuniones, programación de blog y redes sociales, estudio de proyectos, formación, etc.
Por otro lado todo aquello que también es importante pero no está relacionado con el trabajo como por ejemplo, las labores domésticas (al aspirador le da igual trabajar por la noche que a media mañana tú decides, no él), cuando cocinar, hacer la compra y un largo etcétera. Por cierto, seguro que puedes compartir estas tareas con tu pareja, hijos, etc. Créeme, estarán encantados de ayudarte.
En resumidas cuentas, ya que has decido emprender, has de poner en ello todos los sentidos, evitar las distracciones en la medida que sea posible y centrar todos tus esfuerzos en conseguir todos tus objetivos.
Adelante !!