Emprender es una de las cosas más emocionantes que puede existir.
La sensación de llevar las riendas de tu propia empresa se asemeja a la sensación de libertad que da llevar un barco de vela por alta mar o escalar una gran roca hasta la cima.
Pero seamos sinceros, ambas cosas son peligrosas. Sí en el mar surge una tormenta o si el mosquetón se desprende ya no se vería tan emocionante.
Emprender no está lejos de tener ciertos peligros como endeudarse, sentir que se ha perdido tiempo que no se recupera, o ese amargo sabor de no haber podido salir adelante con la idea, entre muchos otros.
Sin embargo, aunque no se puedan eliminar todos los peligros, sí se pueden ir disminuyendo de tal modo que vayamos adquiriendo seguridad a medida que avanzamos con nuestro proyecto.
Son varias las maneras que podemos hacer para atenuar las distintas variables y peligros que enfrentamos cuando nos decidimos emprender. En este Post quiero compartir tres (03) ideas que he utilizado y que podrían ayudarte a ti también.
1. Consulta a un experto:
El emprendimiento no es algo nuevo. A pesar de que en los últimos años gran cantidad de países están enfocados en él, no quiere decir que este de moda.
Hay muchas personas que tiene años trabajando en esto que podríamos llamar expertos y que seguramente estarán dispuestos a asesorarnos sin costo (o costos muy bajos) para iluminar, como una linterna, nuestras ideas cuando apenas las estamos cocinando.
Es verdad que existe el temor a que nuestra idea pueda ser copiada, pero la verdad es que en infinitésimas ocasiones eso sucede. Una razón suficiente es que la mayoría de la gente experta está lo bastante ocupada en sus propios proyectos como para encarrilarse en una nueva idea. Además de no ser ético.
Sin embargo, existen acuerdos de confidencialidad que pueden ser firmados por ambas partes si se prefiere.
Consultar a un experto es una de las mejores maneras que tienes para disminuir los peligros de emprender. Conocer sus puntos de vista, aprender de su experiencia, saber cuáles son los caminos que mejor darían resultados son aspectos que no tienen precio.
No tratemos de inventar el agua con hielo que ya muchos lo han intentado para reconocer después de largo tiempo que en efecto el hielo enfría.
Puedes encontrar a expertos en las universidades en cursos relacionados con el tema. En Parques Tecnológicos, en Institutos públicos o privados que llevan la bandera del emprendimiento. En muchos países, hay departamentos del gobierno que promueven crear nuevas empresas.
Un consejo: Mantente cerca de ellos. Te puedo asegurar que una de las cosas que los expertos valorarán de ti es sí realmente estás interesado en llevar tu idea a término o sí solo es una aventura pasajera que durará el tiempo que consigas un empleo.
Cuando digo que te mantengas cerca me refiero a que asistas a todos los cursos que puedas, seminarios, talleres, reuniones de networking, etc. Todo esto te permite, además de conocer la experiencia de ellos, la posibilidad de hacer unas buenas relaciones de networking tan necesaria para cualquier emprendedor sea que comience o ya esté encaminado.
2. Lee todo lo que puedas:
Charles Jones dijo una vez: “Serás la misma persona hoy que dentro de cinco años, excepto por dos cosas: la gente con que te vas a asociar y los libros que vas a leer” y es totalmente cierto.
Tienes que tomar la determinación de leer todo buen material que te ayude a educar tu mente para el emprendimiento. Trataré de explicarme mejor. Todos tenemos una cierta educación mental. Es decir, paradigmas, creencias, visiones de la vida. Pero el hecho de que estén allí no quiere decir que son ciertas o que sean las mejores.
Para emprender, la mente debe ser libre. Tiene que tener la libertad para tomar riesgos, ilusionarse con ideas nuevas, dar la bienvenida a los errores y por supuesto a las enormes críticas que llegarán.
Tu mente debe ser tan fuerte que cuando te toque un día gris, tengas la certeza de que ese color es normal para un emprendedor y no por eso dejarás de meditar y creer en tu visión.
Así que lee todo lo que puedas. Te recomiendo Robin Sharma para adquirir disciplina y vencer tus miedos. Richard Branson para inspirarte a pensar en cosas imposibles, Steve Jobs para generar constantemente innovación y otros muchos que puedas conseguir.
3. Empieza cuanto antes:
El proverbio chino que dice: “El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años. El segundo mejor momento, es hoy.” es uno de las frases más importantes que jamás he escuchado. Nos recuerda que el tiempo siempre pasará sea que comiences o no con tu emprendimiento.
Mi mejor recomendación es que empieces cuanto antes con lo que tienes. Es probable que dentro de 05 o 10 años ya no continúes con la idea original que tenías pero seguramente habrás acumulado una vasta experiencia en cada paso, cada error, cada acierto, cada cliente con quien converses y esa será la mejor parte de todo.
No esperes tener la gran idea del millón de dólares. Empieza Ya! Y sigue, sigue y sigue hasta que se vayan puliendo por sí mismas. Emprender es un proceso de descubrimiento de la idea pero también de descubrimiento de uno mismo.
Tus dones y talentos empezarán a descubrirse y salir a la superficie a medida que vayas avanzando no antes.
Disminuir los peligros es muy importante cuando se emprende. Tal vez no logres una reunión con Richard Branson pero si puedes cuadrar unas horas con el profesor universitario que se dedica al emprendimiento o el profesional emprendedor que ya tiene una empresa y trabaja en un Parque Tecnológico.
Seguramente podrás conseguir excelentes libros que te darán un plus que no muchos aprecian o se dan cuenta.
Así que ánimo y comienza con tu agenda anotando todo lo que puedes empezar a hacer hoy para seguir en tu camino como emprendedor! No te detengas, valdrá el esfuerzo!
Hasta pronto!