En esta oportunidad nos dirigimos a quienes cuentan con una experiencia profesional (o de negocio) previa y deciden emprender con una idea innovadora, en la mayoría de los casos, en el sector de las TIC: un caso frecuente en América Latina, donde el porcentaje de líderes de nuevas propuestas, con edades entre 35 y 45 años de edad, puede llegar hasta un 20 % del total de propuestas seleccionadas por incubadoras o aceleradoras reconocidas.
La experiencia es siempre un activo valioso para cualquier actividad de negocios: independientemente del sector y de su grado de innovación. Sin embargo; es necesario reconocer que para emprender con éxito: con recursos limitados, la metodología lean pasa por los mismas etapas:
1. Validación de la hipótesis (problema-solución)
2. Validación de la propuesta de valor con clientes y usuarios (product-market fit)
3. Escalamiento del producto o servicio final
Y es aquí donde se requiere de dejar al lado el mundo de conocimientos hasta ahora adquiridos y dedicarse a aprender y aplicar de manera rigurosa esta metodología: la idea es aprender de clientes y usuarios potenciales, antes de agotar los recursos financieros disponibles.
Quien emprende con experiencia previa puede hacer un uso muy valioso de ella para analizar la data disponible de las reuniones o encuestas con clientes y usuarios potenciales. Existe una tendencia, hoy en día, de sobre utilizar herramientas de medición de tendencias sin un análisis previo: sereno y juicioso. Esta tendencia puede llevarnos a desconocer mensajes y descartar opciones viables para un startup, en una etapa temprana.
Por otra parte, es recomendable contar con un equipo de fundadores o directores multi-funcionales, quienes enriquezcan las contribuciones al startup. En algunos casos, hemos observado a socios de una empresa en marcha que deciden emprender sin incorporar gente diferente: el resultado final es un intento de aplicar conceptos gerenciales convencionales a un costo muy alto para la nueva empresa.
Finalmente, me gustaría sugerir una actitud humilde y una buena dosis de paciencia, para quienes emprenden con experiencia previa: mientras mayor sea su dedicación a empresas o profesiones convencionales, más necesaria la reflexión sobre esta última recomendación. Se los confieso después de más de 35 años de experiencia: 29 en empresas internacionales y 7+ en emprendimientos, mentoría y coaching.
Como siempre, nos mantenemos atentos e interesados en sus sugerencias y recomendaciones sobre el contenido de nuestros posts.