Como siempre, como todos los años, este no iba a ser una excepción. Se acerca el final de la temporada futbolística y, para regocijo de aficionados y pesar de los que no gusta mucho el Deporte Rey, comienzan las noticias del baile de jugadores y entrenadores entre clubs.
No, no he cambiado el tema de este blog, no voy a hablar de deportes. Es que he visto una noticia de ese mundo que me ha llamado especialmente la atención por la similitud con el mundo de la empresa y los emprendedores.
Pellegrini, el entrenador del Málaga anuncia su marcha del Club. La suya y la de su equipo técnico. Alega que no lo hace por motivos económicos, sino por falta de proyecto. El equipo ha abandonado el ambicioso proyecto deportivo en el que se embarcó hace unos años y ahora busca club que tenga uno.
Y eso es lo que pasa en muchas empresas, que falta proyecto (y parece que también en muchos gobiernos, pero eso es otro tema). Todos, me incluyo, no paramos de animar a gente a que emprenda. A que consiga sus sueños. Y todos, me incluyo, cometemos un error.
Emprender no consiste en saltar al mundo de los autónomos un buen día y hala, a conseguir sueños. El sueño hace que tengas ilusión. La ilusión te ayudará a salvar el desánimo, pero no a conseguir tus sueños.
Lo que te llevará a lograr tus sueños es un proyecto. No puede ser que tu sueño sea tener una empresa, porque cuando la tengas, ahora qué se hace en ella. Tampoco puede ser que tu sueño sea una meta, un objetivo, pero no diseñes un camino para conseguirlo. Eso es un proyecto, el camino.
Aunque tengas un sueño, una idea, eso no es suficiente. Necesitas diseñar los pasos que vas a dar para conseguirlo. Aún así surgirán situaciones que no tenías previstas, pero muchas menos que si no lo tienes. Emprender sin proyecto es montarse en un barco sin timón.
Fíjate que poco sentido tiene montarse en un barco para ir de Valencia a Mallorca, pero sin timón. O con él, pero sin calcular el rumbo que tienes que poner para llegar a tu destino. Tú quieres llegar a Mallorca, sí, pero vete a saber dónde te lleva el mar. Pues eso es una empresa con ilusión, con un sueño, pero sin proyecto.
Pero muchas veces, es imposible ir solos en el camino. Necesitamos compañía. Por eso, también, me llamó la atención que Pellegrini, se marchaba con su equipo, su cuerpo técnico. Y es que los proyectos tienen una cabeza visible, alguien que los lidera. Pero ni mucho menos el éxito llega solo por ellos.
Necesitas un equipo. Gente que comparta tu ilusión. Gente que persiga el mismo sueño que tú y que quiera construir contigo ese proyecto que os llevará a vuestro sueño.
Como existe la figura del autónomo creemos que podemos comernos el mundo solos. ¡Pero si hasta el Llanero Solitario tenía la compañía de su caballo Silver! Tú solo, no llegarás lejos. Necesitas un equipo.
Si quieres emprender, enhorabuena por tener un sueño. Pero recuerda, antes de nada busca "tus Silver" y construye con ellos tu proyecto.