Hace unos días Mercadona presentaba, en rueda de prensa, los resultados del pasado año 2011. Pese a la crisis, pese a la situación tan complicada que vivimos, Mercadona aumentó sus ventas un 6%.
Orgulloso de losresultados, Juan Roig, presidente de Mercadona, comentaba las claves que le han llevado a vender más en el año pasado. El emprendedor y empresario valenciano hablaba de la cultura del esfuerzo, la reducción de precios, productividad y acuerdos con proveedores. Juan Roig, el hombre que convirtió una carnicería en una de las grandes empresas españolas.
Antes me referí a Roig como emprendedor y empresario. Palabras que, a menudo, se toman como sinónimas. Pero no lo son. Se puede ser empresario sin ser emprendedor y emprendedor sin ser empresario. También, claro está, se puede ser ambas cosas.
¿Qué diferencia existe entre emprendedor y empresario?.
Un Emprendedor es más visionario. Hablo del emprendedor vocacional, no del emprendedor que, por necesidad, se ve casi obligado a emprender un negocio. Los emprendedores tienen los ojos abiertos a oportunidades continuamente. Están deseando encontrar ese nicho de mercado donde arrancar.
El emprendedor no vive en el presente. El emprendedor vive en el futuro. Un futuro que, muchas veces, no llega exactamente como él lo imaginó. Pero no le importa. El emprendedor es un trabajador nato. Le apasiona acercarse a ese futuro que sueña. Y, muchas veces, vive para conseguirlo. El emprendedor parece que se alimenta de la emoción de conseguir su meta.
El Empresario suele ser menos emocional. Gestiona más con la cabeza que con el corazón. A menudo son grandes líderes, pero no todos. El empresario vive en el presente mirando hacia el futuro. Tiene pasión por su trabajo, pero una pasión diferente a la del emprendedor. Mientras que el emprendedor es un apasionado de una idea, al empresario le apasiona más su empresa y la trayectoria de ésta hasta hoy.
Ser emprendedor no es mejor que ser empresario. Tampoco ser empresario es mejor que ser emprendedor. Son diferentes, aunque complementarios. Si no existieran emprendedores no habría empresas que gestionar por los empresarios. Si no hubiese buenos empresarios no se consolodirarían ni crecerían los negocios que inician los emprendedores.
Lo bueno, a veces raro, casi mágico que dicen algunos, es cuando aparece un emprendedor-empresario. O empresario-emprendedor, es igual. Cuando aparece alguien con la visión, la pasión, el tesón y corazón del emprendedor. Pero también con la capacidad de gestión, de liderazgo, de consolidación y la visión de la realidad del empresario.
Me da igual si se nace o si se hace. Cuando en una misma persona se dan las cualidades del empresario y las del emprendedor, entonces y solo entonces, aparecen personas, como Juan Roig, capaces de crear una de las mayores cadenas de alimentación en España partiendo de una carnicería. O como Amancio Ortega, capaces de crear una de las mayores empresas textiles del mundo a partir de una pequeña empresa donde su mujer era la que cosía la ropa.
¿Y tú eres emprendedor o empresario?... Si eres emprendedor y empresario, enhorabuena. Perteneces a esa raza rara. Raza a la que poca gente entiende. A la que mucha gente envidia cuando triunfa, sin mirar el esfuerzo, la constancia y los problemas que resolvieron por el camino.