Los próximos tres posts los dedicaremos a conversar sobre algunas lecciones aprendidas con equipos de emprendimiento en Venezuela. Para facilitar la explicación, clasificaremos los equipos de acuerdo a su perfil y experiencia previa, como sigue:
I. Equipos con una formación técnica (en su mayoría desarrolladores de software), con muy poca experiencia en negocios.
II. Aquellos con experiencia profesional diversa pero pocas capacidades técnicas, en las áreas donde emprenden.
III. Equipos con experiencia en negocios y con experticia técnica, que emprenden con productos innovadores en mercados -para ellos- desconocidos
En esta oportunidad nos dedicaremos a describir las oportunidades de aprendizaje que se presentan a quienes emprenden sin -o con poca- experiencia de negocios, con un perfil profesional técnico.
¿Qué conductas debes evitar cuando emprendes en estas circunstancias?:
1. La más difícil de todas: dejarte seducir por tu idea:
Aquí un buen mentor o coach pueden ayudarte, pero si no tienes acceso a este recurso, trata de presentar tu idea a gente fuera de tu círculo de amistades y familiares. Lo que buscas cuando validas tu hipótesis es una opinión desprejuiciada, objetiva, franca. Todavía –por tu falta de experiencia en negocios- te cuesta identificar clientes potenciales, pero, ello no impide que intentes, por una vía de ensayo y error, una validación de tu propuesta de valor.
Escucha con atención la opinión de terceros, sobre todo sus cuestionamientos, sus dudas: es muy probable que ellos, por cortesía, hagan énfasis en lo positivo de tu propuesta. Trata de indagar en las áreas potenciales de mejoras: ¿Resuelves algún problema? ¿Satisfaces una necesidad?
El propósito en esta primera instancia no es de venta de tu propuesta de valor, sino de validación de tu hipótesis y de definición del cliente objetivo potencial.
2. Contratar gente del mismo género, perfil profesional y experiencia previa:
Trabajar con gente parecida te brinda confort, pero su efectividad es cuestionable. Todo equipo de emprendimiento necesita construir un vínculo de confianza que les permita sobrellevar el grado de incertidumbre asociado: en particular cuando se trata de productos o servicios innovadores, donde no se conocen clientes ni competidores. Sin embargo; la diversidad en el equipo es vital para emprender con éxito.
Más adelante tendremos oportunidad de contratar el personal técnico necesario para acelerar el desarrollo del producto: al inicio, cuando lo que cuenta es validar la hipótesis y mejorar un MVP, la creatividad y la capacidad de comunicación y de adaptación a los cambios, son destrezas más necesarias, que la experiencia previa y el grado de formación técnica.
3. Concentrar esfuerzos en el desarrollo del producto o servicio final:
En la inmensa mayoría de los casos el emprendedor o la emprendedora terminan desarrollando un producto o servicio final con muy poco parecido a la idea de negocio original.
Esta es la más grande contribución del concepto “Lean Startup” de Eric Ries: el MVP, resultante de los procesos de diseño, validación y definición de métricas es el camino más eficiente para validar una propuesta de valor. El desarrollo tradicional de un producto nos lleva a un uso inadecuado de recursos humanos y financieros: un camino casi seguro al fracaso.
Si emprendes con poca experiencia en negocios -y con una formación técnica- te sugerimos que reflexiones sobre estas tres recomendaciones, que hemos identificado como áreas de atención en equipos de emprendimiento con tu mismo perfil. Agradeceríamos tus comentarios para validar esta hipótesis o, mejor aún, para incorporar nuevas experiencias.