¡Ya tenemos reforma laboral!. Todos expectantes en los próximas días, semanas, meses,... de las medidas (ley) para Emprendedores tan anunciadas por el Gobierno.
En un país como el nuestro que es España, en el que según los últimos datos publicados por el eurobarometro dela Unión Europeaacerca del espíritu emprendedor, ha disminuido y es inferior al 50%, siendo la falta de financiación el principal problema, opino que la ley debe ir encaminada a cubrir este gap.
Hasta ahora la ayuda de la administración, local, territorial o estatal, a los emprendedores se basaba, principalmente, en conceder subvenciones. Subvenciones a la inversión, subvenciones con objeto de promover la utilización de nuevas tecnologías, etc.
Subvenciones que salen de las arcas dela Administraciónvía presupuestos. Subvenciones que aportamos los ciudadanos para otros ciudadanos y que normalmente son a fondo perdido. Los receptores de éstas deben justificar documentalmente y fehacientemente el gasto, la inversión.
Y el retorno de esta subvención (inversión) es vía creación de negocio, y por lo tanto vía impuestos. Si el negocio no aporta resultados positivos, el retorno no se produce.
Ayer comentaba con un buen amigo este hecho, y reflexionaba sobre obtener otras vías de retorno.
Imaginemos por un momento quela Administraciónse convierte en Inversor del Emprendedor. Inversión que se instrumentalíza en un primer momento vía Subvención, como hasta ahora; pero con la salvedad que ha de tener un retorno directo al que la concede.La Administraciónactuaría como una Venture Capital.
Me explicaré: sila Administracióngestiona las ayudas como inversión con tasa de retorno, lo que se lograría sería una mejor gestión de los fondos y la opción de que el circulante volviera , en un tiempo, al canal de la inversión. En el caso que el negocio no prospere, estaríamos en la situación actual: inversión (vía subvención) sin retorno; pero ¿si el negocio prospera y se consolida?.
Debemos dejar de pensar en un país de subvenciones y cambiar nuestro pensamiento por el de un país de emprendedurismo, de inversión.
