La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha anunciado que el Gobierno impulsará medidas para que sea compatible seguir trabajando al tiempo que se percibe una pensión por jubilación.
Oído lo dicho, me gustaría reflexionar en voz alta sobre una cuestión primordial desde mi punto de vista, y que afecta a todas las personas emprendedoras que no se deciden a lanzarse al ruedo empresarial por la incertidumbre dada por la situación económica actual y la escasa circulación de financiación ajena necesaria, muchas veces, para emprender.
El pasado fin de semana tomaba café con un amigo y me transmitía su angustia y desesperación por no encontrar trabajo. Lleva más de un año en esta situación y no ve una salida clara. Tiene ganas de emprender alguna idea que es viable, factible, realizable; pero se encuentra ante el dilema de emprender, arriesgarse, añadiendo valor y riqueza a la economía o seguir cobrando su prestación sin aportar valor añadido.
Hoy en día se decanta por la segunda. Tiene dudas, temores, el miedo hace que no se decida por emprender. Necesita un pequeño "seguro" cada mes para cubrir sus necesidades básicas, y en este momento lo encuentra en la prestación por desempleo.
Le hice el siguiente planteamiento: "supongamos que puedes emprender tu aventura empresarial con un salvavidas"; me miro con cara de sorpresa a la vez que de expectación, y continué diciendole "imagina que puedes emprender tu negocio manteniendo el cobro de parte de la prestación. Si al terminar el año fiscal tu empresa ha sido rentable, ya se ajustará tu situación".
Cierto es que en este momento se puede capitalizar la prestación por desempleo vía pago único por parte de la Administración, cumpliendo ciertos requisitos y obligaciones.
Desde mi punto de vista si se pudiera compaginar el cobro de la prestación por desempleo con la actividad empresarial obtendríamos las siguientes conclusiones:
El emprendedor obtendría un "salvavidas" que le facilitaría tomar la decisión de emprender,
La Administración vería disminuido su coste, ya que aunque seguiría desembolsando la prestación por desempleo al aumentar la cotización en el régimen RETA el resultado neto sería favorable a sus arcas,
La Administración recaudaría más al aumentar la actividad empresarial, vía impuestos IVA, IS, IRPF, etc.,
Las cifras de paro disminuirían dando una mejor imagen a terceros,
El sentimiento de angustia, depresión, etc., desaparecería de muchas personas. Sería un estimulo social positivo.
Si se está planteando compaginar pensión de jubilación y trabajo, ¿por qué no compaginar prestación de desempleo y trabajo?