Desde el momento en que trata de comunicar su idea del negocio, el emprendedor se encontrará frente a dos de sus peores enemigos: la dispersión de su pensamiento y la dificultad de dimensionar el esfuerzo requerido.
Emprender, acotando el concepto como el proceso de llevar una idea de negocio al mercado y fundar una empresa propia (o, dentro de una empresa en marcha: innovar), es una tarea compleja; que exige mucho esfuerzo por parte de un equipo de trabajo y que ocurre en un lapso de tiempo que podemos medir en años, a diferencia de semanas o meses.
El emprendedor (incluimos ambos sexos), es por regla general, una persona creativa, con iniciativa, quien deposita mucha fe en su propuesta.
La mayoría de los emprendedores imagina un proceso acelerado y continuo de aceptación de su producto o servicio por el mercado. Este es particularmente el caso de emprendedores de del área de las TIC, donde el éxito alcanzado por fundadores, hoy famosos, han dejado la impresión de que el éxito global es posible, sin medir adecuadamente el esfuerzo desplegado: los ejemplos, representados en películas de mucho éxito en taquilla, de fundadores que empezaron en el garaje de su casa, o, en un dormitorio de la universidad, soportan esa esperanza.
En la vida real, la adopción del producto o servicio por clientes y usuarios es un proceso complejo: de consulta y de ensayos; de mejoras en un ciclo que denominaremos de planificación-diseño-validación y ajuste de la propuesta de valor. Este proceso requiere de un control estricto, enfocado en el cumplimiento de los hitos prioritarios de nuestra iniciativa y traducido en un plan de trabajo: con medios de seguimiento y control con base en métricas representativas de las actividades clave del modelo de negocio.
Las investigaciones realizadas en diversas universidades e institutos autónomos demuestran, que, sólo aquellos emprendedores que superan sus errores iniciales: los capitalizan en base a un proceso de ensayo y error, enfocado en las necesidades del mercado objetivo, son capaces de fundar una empresa exitosa con un patrón de crecimiento adecuado.
